Oh I'm just counting

Ver VIDEO. Israel asesina a más de 450 personas que viven en Gaza, la mayoría niños y mujeres. Matanza dejó más de 600 heridos e Israel amenaza con "intensificar" ataques

Israel lanzó una oleada de bombardeos en toda la Franja de Gaza la madrugada del martes que mató al menos a 450 palestinos, incluidos mujeres y niños, según funcionarios hospitalarios. El bombardeo sorpresa destruyó el alto el fuego en vigor desde enero y amenazó con reavivar plenamente la guerra de 17 meses.

Más de 500 personas, la mayoría niños, resultaron heridos en esta matanza israelí.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó los ataques después de que Hamás rechazara las demandas israelíes de cambiar los términos del acuerdo de alto el fuego. Funcionarios dijeron que la operación era indefinida y que previsiblemente se expandirá. La Casa Blanca dijo que había sido consultada y expresó su apoyo a las acciones de Israel.

El Ejército israelí ordenó a la gente que evacuara el este de Gaza, incluida buena parte de la localidad norteña de Beit Hanoun y otras comunidades más al sur, y se dirigiera al centro del territorio, lo que indicaba que Israel podría reanudar pronto las operaciones terrestres.

“Israel actuará, a partir de ahora, contra Hamás con una fuerza militar creciente”, afirmó la oficina de Netanyahu.

El ataque durante el mes sagrado musulmán del Ramadán podría reanudar los combates en una guerra que ya ha matado a decenas de miles de palestinos y causado una destrucción generalizada en Gaza. También planteó preguntas sobre el destino de una veintena de israelíes retenidos por Hamás que se cree que aún están vivos.

Un alto funcionario de Hamás dijo que la decisión de Netanyahu de reanudar la guerra equivale a una “sentencia de muerte” para los rehenes restantes. Izzat al-Risheq acusó a Netanyahu de lanzar los ataques para intentar salvar su coalición de gobierno de ultraderecha y pidió a los mediadores que “revelen los hechos” sobre quién rompió la tregua. Hamás dijo que al menos cuatro miembros de alto rango del grupo murieron en los ataques del martes.

No había reportes de ataques por parte de Hamás varias horas después del bombardeo, lo que indica que aún esperaba restaurar la tregua.

Los ataques se produjeron mientras Netanyahu enfrenta una creciente presión interna, con protestas masivas planeadas por su manejo de la crisis de los rehenes y su decisión de despedir al jefe de la agencia de seguridad interna de Israel. Su último testimonio en un prolongado juicio de corrupción fue cancelado tras los ataques.

Los ataques parecieron dar a Netanyahu un impulso político, y un partido de ultraderecha que había abandonado el gobierno por el alto el fuego anunció el martes que regresaba.

El principal grupo que representa a las familias de los cautivos acusó al gobierno de retirarse del alto el fuego, diciendo que “eligió renunciar a los rehenes”.

“Estamos conmocionados, enojados y aterrorizados por el desmantelamiento deliberado del proceso para devolver a nuestros seres queridos del terrible cautiverio de Hamás”, dijo el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas en un comunicado.

Los heridos llegan a los hospitales de Gaza
Un ataque a una casa en la ciudad sureña de Rafah mató a 17 miembros de una familia, incluidos al menos 12 mujeres y niños, según el Hospital Europeo, que recibió los cuerpos. Los muertos incluían a cinco niños, sus padres y otro padre con sus tres hijos, según los registros del hospital.

En la ciudad sureña de Jan Yunis, reporteros de The Associated Press vieron explosiones y columnas de humo. Las ambulancias llevaron a personas heridas al Hospital Nasser, donde había pacientes tirados en el piso, algunos de ellos gritando. Una niña lloraba mientras le vendaban el brazo ensangrentado.

Muchos palestinos dijeron que era previsible que se reanudara la guerra cuando las conversaciones sobre la segunda fase del alto el fuego no comenzaron como estaba programado a principios de febrero. En lugar de eso, Israel adoptó una propuesta alternativa y bloqueó la entrada de alimentos, combustible y otra ayuda humanitaria para los 2 millones de habitantes del territorio palestino para intentar presionar a Hamás a aceptarla.

“Nadie quiere pelear”, dijo el residente palestino Nidal Alzaanin a la AP por teléfono desde Ciudad de Gaza. “Todos todavía están sufriendo por los meses anteriores”.