Foto: Alice Weidel principal líder de Alternativa para Alemania (AfD)
La Oficina para la Protección de la Constitución (BfV, por sus siglas alemanas), nombre que reciben en Alemania los servicios de inteligencia del Ministerio del Interior, designó a Alternativa para Alemania (AfD), principal partido de la oposición, como "caso seguro de extremismo de derechas".
Estas son las claves para entender las consecuencias de la nueva valoración de la BfV sobre AfD.
Este partido de ultraderecha quedó en las pasadas elecciones generales, celebradas el 23 de febrero, como segunda fuerza política con un 20,8 % de los votos, resultado en virtud del cual a partir de la semana próxima ejercerá como primer partido de la oposición.
¿Por qué lo designa una agencia de inteligencia?
La BfV es una agencia adscrita al Ministerio del Interior, que supervisa directamente su labor, y además está sujeta a la Cámara Baja del Parlamento o 'Bundestag', pues esta instancia parlamentaria cuenta con un comité dedicado a la supervisión de los operativos de los servicios secretos para cuestiones domésticas.
A la BfV se la considera una estructura del Estado cuyo objetivo es prevenir ante amenazas contra el orden democrático del país, estatus que parece adoptar AfD porque, entre otras cosas, "pretende excluir a determinados grupos de población de la participación igualitaria en la sociedad, someterlos a un trato desigual", según la agencia de espionaje interior.
¿Qué antecedentes tiene AfD?
A AfD ya se la consideraba un "caso seguro de extremismo de derechas" en los estados federados orientales de Turingia, Sajonia y Sajonia-Anhalt, pero la decisión de este viernes supone un salto cualitativo, dado que la BfV ha pasado a considerar a todo el partido con ese estatus.
La AfD ya anunció que impugnará la decisión del BfV al afirmar que "seguirá defendiéndose jurídicamente".
A finales de marzo pasado la organización juvenil de AfD, la Alternativa Joven (JA), organizada como asociación independiente y considerada hacía dos años "caso seguro de extremismo de derechas", llevó a efecto su disolución después de que la formación ultraderechista anunciara su intención de crear una organización juvenil más estrechamente vinculada al partido para tener más control y poder de intervención sobre ella.
¿Qué implica para AfD?
La consideración de AfD como "caso seguro de extremismo de derechas" supone para este partido que sus miembros podrán ser sujetos a la observación de los servicios secretos, lo que contempla escuchas telefónicas, vigilancia sobre correos electrónicos o incluso la infiltración de informantes al servicio del Estado.
Un cartel de la colíder de AfD Alice Weidel y una gorra de "Make Duisburg great again" en un puesto de campaña en Duisburgo, oeste de Alemania, el 22 de febrero de 2025. © Louis Van Boxel-Woolf/ AFP
Ante esa circunstancia, AfD trató de impugnar ante los tribunales anteriores consideraciones de la BfV sobre el partido ya que, anteriormente, las autoridades germanas consideraron a la formación como "un caso sospechoso de extremismo de derechas", extremo confirmado el año pasado por el Tribunal Administrativo Superior de Renania del Norte-Westfalia.
¿Qué puede pasar más adelante?
La BfV no tiene competencias para lanzar un proceso de prohibición contra partidos políticos, pues una iniciativa así sólo la pueden iniciar tres instituciones: La Cámara Baja del Parlamento o 'Bundestag', el 'Bundesrat' o cámara de representación territorial o el Gobierno.
En la pasada legislatura fracasaron las tentativas en el 'Bundestag' que trataron de iniciar un proceso de prohibición, decisión que, en último término, ha de tomar el Tribunal Constitucional, con sede en Karlsruhe, en el oeste de Alemania.
Hasta la fecha, cada vez que la BfV se ha pronunciado sobre el potencial anticonstitucional de AfD, no ha habido efectos políticos, pues la formación ha logrado crecer hasta convertirse en la segunda fuerza política del país, y llegó incluso a ganar las elecciones regionales del estado federado de Turingia, celebradas el pasado mes de septiembre.
Recientes encuestas de intención han situado a AfD muy igualada e incluso por encima del bloque conservador, compuesto por la Unión Cristianodemócrata (CDU) del virtual canciller Friedrich Merz, y la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera.