El gusto de Donald Trump por la comida rápida ha causado más de un gesto de sorpresa tras las puertas de la Casa Blanca, según su biógrafo Michael Wolff.
Hablando en el pódcast Inside Trump's Head, Wolff reveló que hubo un "gran lío" cuando Trump se mudó a la Casa Blanca en 2017 porque "no le gustaba comer en el comedor".
En cambio, dijo Wolff, Trump prefirió comer en su habitación, y agregó: "En la cama, supongo", antes de explicar: "Cuando llegó allí originalmente, realmente sonaba como si fuera, ya sabes, como un niño salvaje".
Y siempre era una hamburguesa, afirmó Wolff, la que el presidente "enviaba a buscar". Pero la famosa cautela de Trump en materia de seguridad se extiende incluso a sus comidas. Esto ocurre después de que su médico revelara el diagnóstico de salud de Trump tras los alarmantes temores de una resonancia magnética.
Cuando se le preguntó si emplea a un catador de alimentos, Wolff explicó: "Bueno, su catador es el Sr. McDonald's. Una de las razones por las que le gusta McDonald's es que toda la comida está preenvasada y nadie la toca. Por lo tanto, es mucho más segura".
La devoción de Trump por la comida rápida es bien conocida. Desde un truco publicitario en 2024 en un McDonald's hasta sus pedidos habituales de Big Macs, Filet-O-Fish, papas fritas y batidos de vainilla, Wolff afirma que los hábitos alimenticios del presidente siguen siendo limitados pero fieles, según informa el Daily Beast.
En el pódcast, el escritor comentó: "Yo diría que, si comer de forma equilibrada es tener un paladar amplio, él sin duda lo tiene. Bueno, es decir, es increíblemente limitado. Básicamente se limita a… la carne de res".
Incluso durante las vacaciones, Trump se apega a sus favoritos, y Wolff señala: "Creo que va a comer una hamburguesa para Acción de Gracias… A Trump le encantan los bufés".
Parece que el amor del comandante en jefe por McDonald's no es solo comida reconfortante, es una elección cuidadosamente calculada en términos de seguridad y simplicidad.
El presidente Trump ya ha recurrido a su conocida afición por McDonald's, aprovechando una aparición que generó titulares en la Cumbre de Impacto de McDonald's para volver a posicionar la cadena de comida rápida como un elemento central de su agenda de asequibilidad.
Bromeó diciendo que era "el primer excocinero de papas fritas de McDonald's en convertirse en presidente de Estados Unidos" y elogió a la cadena por traer de vuelta sus Menús Extra Value. Calificó la medida como una victoria para los estadounidenses que cuidan su presupuesto.
La preferencia de larga data de Trump por las hamburguesas y la comida rápida conveniente está bien documentada y es un gusto que él defendió como limpio, conveniente y a prueba de manipulaciones.
Tal como lo expresó, McDonald's es parte de su discurso para reducir costos y ayudar a los estadounidenses comunes a estirar su dinero.
VIDEO. El hábito alimenticio de 'niño salvaje' de Donald Trump se debe a su miedo a ser envenenado
