Millonarios son los gastos en que deben incurrir las familias chilenas y el
fisco para financiar la sobre duración de las carreras o programas
universitarios y técnicos en nuestro país.
Según un estudio realizado por el Foro de Educación Superior AEQUALIS,
en términos de montos globales, la estimación monetaria destinada a este
fin bordea los 460 mil millones de pesos (más de 760 millones de dólares)
que según las proporciones históricas de financiamiento, se distribuyen en
unos 340 mil millones de gasto privado (familias) y 121 mil millones de
gasto fiscal.
El estudio consideró un análisis de los más de 200 mil titulados de
educación superior en 2017, cuyo resultado indicó que aproximadamente
140 mil de ellos se titularon con posterioridad a la duración formal de sus
carreras o programas y por lo tanto incurrieron en un financiamiento
adicional promedio por sobre lo esperado de más de 3,3 millones por
alumno. Más del 70% de este monto fue financiado directamente por las
familias, y cerca de 25% lo cubrió el Estado a través de sus ayudas
estudiantiles.
Principales desafíos
En la presentación de la investigación, el Dr. Iván Navarro, presidente de
AEQUALIS, explicó que la sobre duración de una carrera o programa
equivale a la brecha que existe entre su duración formal y el tiempo real
que toma en promedio para una cohorte de ingreso titularse. ”Esta sobre-
duración es uno de los principales desafíos en la Educación Superior en
Chile”, manifestó Navarro, para citar luego una afirmación realizada años
atrás OCDE al respecto: “Si no se tiene a la vista un conjunto de otros
indicadores que permita tener una visión más amplia y aguda de los
derroteros seguidos por la educación superior chilena, tales como, las tasas
de deserción y las tasas de titulación oportuna, una política que se enfoque
exclusivamente en aumentar los porcentajes de ingresos y descuide estos
otros elementos fundamentales, es una política truncada, poco eficaz y
generadora de una sensación de frustración en los estudiantes que ingresan
a la educación superior y que ven disminuidas sus posibilidades de finalizar
a tiempo y con éxito sus estudios, pues la sociedad chilena sigue viendo en
la educación el camino más seguro hacia una vida de mayor prosperidad”.
Cabe hacer presente que, según lo informado por AEQUALIS, la realidad
descrita por este estudio no es un descubrimiento nuevo: lo observó la
OCDE para Chile en 2009 y desde el punto de vista histórico, la evolución
de la sobre duración permanece constante al menos los últimos 10 años.