Este sábado 18 de septiembre se desarrolló el Te Deum Ecuménico, encabezado por el President Piñera y en el que participaron distintas autoridades religiosas, entre ellas, el arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós.
La autoridad de la Iglesia Católica habló de “respetar y proteger los valores no negociables“, entre ellos el matrimonio y la defensa de la vida desde su concepción. Lo anterior, en alusión a los proyectos de matrimonio igualitario y de la despenalización del aborto.
En la homilía, Aós se dirigió a las autoridades presentes, entre ellas el mismo Presidente Piñera, siendo éste su último Te Deum al mando de la nación.
“Damos gracias a Dios y pedimos su bendición sobre nuestros gobernantes, nuestros legisladores, nuestros magistrados y jueces, puestos al servicio del bien público y que entienden su tarea como un servicio a Chile y a todos los chilenos”, expresó el arzobispo de Santiago.
También afirmó que “damos gracias y pedimos su bendición sobre las mujeres y los varones que trabajan en la Convención Constituyente preparando y escribiendo una nueva Constitución que nos oriente y gobierne”.
Los valores “no negociables”
Luego, Celestino Aós centró su alocución en los temas valóricos. “Damos gracias por todos aquellos que buscan respetar y proteger los valores no negociables: el respeto y la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer“.
Además, dio gracias por “la libertad de los padres para elegir el modelo y el establecimiento de educación de los hijos, la promoción del bien común en todas sus formas y la subsidiariedad del Estado que respeta la autonomía de organizaciones y colabora con ellas”.
“Hoy en la democracia no es tan evidente la cuestión sobre lo que ahora corresponde a la ley de la verdad, lo que es verdaderamente justo y puede transformarse en ley”, subrayó Aós. “El criterio no puede ser el éxito y beneficio material, que con frecuencia beneficia a unos pocos. El criterio de la opinión de la mayoría vale en parte de las materias. En lo fundamental, donde está en juego la dignidad del hombre y de la humanidad, no basta el principio de la mayoría”.
Además, apuntó a la falta de probidad en la política. “Estamos saliendo del pozo de la pandemia y asustados buscamos afanosamente el progreso, el desarrollo (…) escandalosos son los fraudes y malversaciones; escandalosa es la corrupción y la violencia, la desigualdad y la injusticia“.