Tras la brutal golpiza lesbofóbica recibida por Carolina Torres, se hizo pública la denuncia en contra de Miguel Carrasco, un carabinero que a través de redes sociales se mofó de lo sufrido por la joven que fue atacada por tres hombres debido a su orientación sexual y expresión de género.
Esta situación generó el repudio de la gente y obligó al gobierno a tomar cartas en el asunto. En primer lugar se informó que sería desvinculado de la institución, pero luego se tuvo que aclarar que Carrasco había sido dado de baja en 2017, lo que inició una investigación en contra de él por el uso de uniforme siendo civil.
Pero una investigación de Emol afirmó que Carrasco era inspector de seguridad pública de la municipalidad de Las Condes, con contrato vigente hasta diciembre de este año. Esta situación provocó que el Movilh diera aviso a la municipalidad ya que “no estaría capacitado” para atender cuestiones de seguridad que involucren a personas de la comunidad LGBTI.
Desde la Municipalidad decidieron desvincularlo de sus funciones. ¿Qué pasaría si esa persona, por ejemplo, se encuentra en la calle en Las Condes, como inspector, en circunstancias que presencia un maltrato homofóbico? Tiene que ser una persona intachable que dé garantías de que su reacción va a ser siempre correcta. Esa es la razón del despido” fueron las razones que entregó el alcalde Joaquín Lavín para desvincular al funcionario.