A días que se cumplan cinco años del estallido social, la empresa Cadem reveló una investigación que da cuenta de la percepción de la ciudadanía tras lo ocurrido el 18 de octubre de 2019.
Según indicó el organismo encargado de realizar estudios y mediciones de la sociedad, hay un descontento generalizado entre la población que percibe un declive en su calidad de vida.
De esta forma, el estudio que se realizó entre el 9 y 12 de septiembre de 2024 a hombres y mujeres de entre 25 y 50 años, residentes de Santiago, arrojó que el 58% de ellos que el estallido social sigue siendo mayoritariamente la expresión de un descontento social generalizado, mientras que el 57% cree que fue necesario para visibilizar los problemas del país.
En ese sentido, el 34% considera que fue un problema de orden público y de grupos violentistas organizados, mientras que un 68% considera que el periodo marcó un declive en la calidad de vida de los chilenos.
En ese contexto, un 67% manifestó que la violencia en las calles terminó por la pandemia y solo un 22% lo atribuye al proceso para impulsar una nueva Constitución.
Junto a ello, un 87% se mostró en desacuerdo con que la violencia en las calles es legítima y justificable porque ha permitido avanzar en cambios políticos y sociales.
Mientras que un los cacerolazos y las marchas se muestran como las formas de protesta más legítimas, con un 69% y un 55% de apoyo, respectivamente.
Para concluir, un 63% de los encuestados cree que Chile es hoy un peor país que antes, frente a un 74% que en 2019 manifestaba que Chile sería un mejor país luego de superar la crisis que se vivía en ese entonces.