Como una “tardía movida de marketing” catalogó la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Chile la cumbre de obispos de todo el mundo, que finalizó este domingo en el Vaticano.
Suscribieron algunas medidas para -por ejemplo- interponer denuncias en contra del Vaticano en cortes penales nacionales e internacionales por el delito de genocidio. Buscan también sumar a otros países, como Argentina.
“Vamos a tratar de demostrar que hubo asociación ilícita y crimen organizado en torno a la pederastia“, dijo uno de los denunciantes del caso Maristas, Jaime Concha.
Sin embargo, el administrador apostólico de Puerto Montt, Ricardo Morales, valoró el encuentro en Roma y que se escuchara a las víctimas, “sin filtro”. No obstante, descartó una “movida de marketing” de la iglesia.
“Jamás va a estar el interés de limpiar una imagen. Yo creo que no hay un lavado de imagen posible”, sostuvo.
En tanto, el experto en la historia de la iglesia, Marcial Sánchez, consideró que el papa Francisco ganó -con el encuentro- al poner sobre la mesa de todos los países el tema del abuso sexual. Además de hacerlo en una instancia pública, pese a la reticencia de algunos sectores.