Las cenizas de la madre de Michel Nash Sáez, (foto junto a su hijo) fallecida el 28 de julio de este año, serán esparcidas en el mar de Pisagua, donde su hijo permaneció prisionero tras no aceptar participar del Golpe de Estado de 1973.
Los restos de Ana Luisa Sáez Vásquez serán trasladados hasta Iquique este domingo por su hija menor, Leila Nash Sáez.
Ese mismo día se realizará la romería a la fosa clandestina de Pisagua, donde se honra la memoria de los 19 presos políticos cuyos restos fueron ahí encontrados.
Aunque el cuerpo del joven Michel Nash nunca se encontró, se sabe que fue ejecutado mientras permanecía en el campo de prisioneros, adonde fue enviado a los 19 años tras ser dado de baja por negarse a empuñar su arma contra sus compatriotas.
El 29 de septiembre de 1973, tras ser acusarlo de un supuesto intento de fuga, los oficiales lo asesinaron a él y otros presos políticos.
Su madre no pudo encontrar nunca los restos del joven conscripto.
En el sitio web Memoria y Justicia rescatan parte de la querella interpuesta por la familia en 1998 en la corte de Apelaciones de Santiago:
“Según testimonio recogido en la investigación llevada a efecto por el Ministro en Visita Sr. Sánchez Marré, con ocasión del descubrimiento el 2 de junio de 1990 de una fosa en la localidad de Pisagua, se logró establecer que los prisioneros nunca intentaron huir, sino que fueron obligados a correr mientras un grupo de militares les disparaban por la espalda, incluso con un ametralladora punto 30 emplazada en un Jeep”.