El joven que había sido recientemente condenado por el denominado "Caso Bombas", murió al interior del penal Santiago 1 como consecuencia de múltiples heridas cortopunzantes provocadas por desconocidos.
El joven, identificado como Kevin Garrido Fernández, había sido sentenciado el pasado 5 de septiembre a 17 años de presidio, pena que debía cumplir de manera efectiva.
Garrido Fernández, falleció al interior del centro penitenciario, donde cumplía condena por su participación como autor en la colocación de artefactos explosivos en la Escuela de Gendarmería de Chile y 12ª Comisaría San Miguel el año 2015.
Según información entregada por Gendarmería, el joven habría sido agredido al interior del citado centro penitenciario en reiteradas oportunidades en el tórax y abdomen con un arma blanca lo cual habría provocado su muerte en en el propio centro penitenciario ingresando ya fallecido al Hospital Barros Luco, en la comuna de San Miguel.
Hasta ahora se desconoce el móvil y los autores del homicidio.