Rechazo generó el año pasado la revelación de una serie de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes de la Congregación Marista en colegios de su red. Sin embargo, las denuncias realizadas por ex alumnos del Instituto Alonso de Ercilla no se restringieron a religiosos de esa orden.

Nuevos antecedentes dados a conocer a principios de año revelaron que el ex párroco de ese establecimiento educacional, el sacerdote capuchino Sergio Uribe, también habría abusado de al menos tres menores. Es debido a estas denuncias que la Orden Capuchina de Chile informó, a través de la Conferencia Episcopal, que "inició una investigación canónica previa para recabar los antecedentes del caso y esclarecer los hechos".

Para esto, la congregación solicitó que los peritajes fueran realizados por una persona ajena a los capuchinos, por lo que designaron para ello al salesiano David Albornoz, quien también está a cargo de la investigación de las denuncias en contra de sacerdotes maristas.

La Orden Capuchinainformó que "como medida cautelar, mientras se desarrolla esta investigación, fray Sergio Uribe tiene prohibición de ejercer el ministerio públicamente y de tener contacto con menores de edad".

Así, la congregación aseguró que "renovamos nuestro compromiso de colaborar con las instancias civiles y canónicas que correspondan para el establecimiento de la verdad y agradecemos a todos quienes colaboren en esta tarea".