El miércoles 20 de diciembre será un día clave para el proceso de acreditación de varias universidades, entre ellas la Academia de Humanismo Cristiano y la U. Central. Esto porque ambos planteles no cuentan con los cuatro años de certificación que exige el gobierno para permitir su ingreso a la gratuidad, y si obtienen buenos resultados podrían sumarse al beneficio en 2018.
Ayer finalizó el plazo para que las instituciones que no tienen fines de lucro y que al 31 de diciembre tengan cuatro o más años de acreditación comuniquen al Ministerio de Educación (Mineduc) su voluntad de sumarse a esta política pública. Y el 20 de diciembre la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) revisará los antecedentes de la Academia de Humanismo Cristiano, la U. Central y de la U. Arturo Prat, esta última universidad estatal tiene actualmente sólo tres años de acreditación.
Según explicó el rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Pablo Venegas, el plantel ya comunicó al Mineduc el interés por ser parte del beneficio y confirmó que “hace pocos días hicimos esa solicitud formal a la jefa de Educación Superior del Ministerio de Educación (Alejandra Contreras)”.
Venegas indicó que aproximadamente entre el 40% y 50% de su matrícula está en condiciones de acceder a la gratuidad al pertenecer al 60% más vulnerable de la población. Por esto se encuentran a la espera del resultado. “Hay que mencionar que, a diferencia de otras universidades donde la gratuidad ha significado una baja considerable en los ingresos, en nuestro caso no sería así ya que nuestros aranceles están bastante cercanos a los aranceles de referencia, que define el monto que se da por cada estudiante en la gratuidad”, dijo el rector.
La U. Central, por su parte, ha manifestado públicamente su interés por sumarse a la gratuidad, pero no confirmaron si enviaron la carta manifestando su voluntad al Mineduc.
Por otro lado, están los planteles que cumpliendo los requisitos no van a adscribir a esta política. Se trata de la U. Mayor, U. de los Andes, U. Adolfo Ibáñez, U. San Sebastián y la U. del Desarrollo.
El rector, Federico Valdés, planteó que “la U. del Desarrollo no va a ingresar este año ni nunca al sistema de gratuidad porque tiene un problema de fondo, ya que les quita autonomía a las universidades que participan porque dependen del financiamiento estatal”.
También podría haber ingresado al beneficio, incluso desde el año pasado, el IP Virginio Gómez, de la U. de Concepción, el que pese a que hasta esta semana contaba con una acreditación mayor a cuatro años, no dejó de ser una sociedad con fines de lucro en el momento en que se abrió la gratuidad para los CFT e IP.
Su rector indicó que “la corporación de la U. de Concepción está realizando los estudios y esfuerzos a nivel legislativo para que se acepte o reconozca la figura legal de una sociedad contenida en una corporación sin fines de lucro”.
En tanto, el ex rector Claudio Sáez, quien estuvo a cargo del IP por 25 años y fue despedido en octubre de 2016, criticó que “la universidad no quiso transformar el instituto en una entidad sin fines de lucro, lo que me parece inmoral viniendo de un plantel que se dice público”.