Las elecciones municipales son mediciones electorales relevantes en el sistema político chileno, además tienen una importante capacidad anticipatoria respecto de las elecciones presidenciales que se desarrollan un año después.
El número de alcaldes por cada bloque político, los votos obtenidos en la elección de concejales son los mejores proxis de la fuerza electoral de los partidos, el resultado en las 20 comunas con mayor población electoral se han convertido en buenos predictores y por eso genera tanto interés la elección municipal, tanto en Alcaldes como en Concejales.
La elección de ahora del 27 de octubre es el principal termómetro de la futura elección presidencial de noviembre de 2025 y la único que esta claro para las municipales, es la absoluta incertidumbre sobre sus resultados.
Ningún sector -seriamente- puede sentirse seguro del resultado de esa noche, ya que en la elección de mayo 2021 participaron 6.468.000 electores con voto voluntario y ahora será con voto obligatorio donde hay 15 millones de inscritos y en mayo 2023 fueron a votar 12.506.000 electores para elegir la Convención Constitucional y así en los plebiscitos constitucionales participaron un número similar de electores.
En octubre participarán entre un 90% o 100% más de electores en relación a la última elección municipal con lo cual los resultados son completamente inciertos en relación a una elección como la del 2021 donde el 30% de los Alcaldes electos fueron independientes, en un contexto de predominio de la anti política, la desconfianza en los partidos y una sobrevaloración de los independientes como fuerza de renovación del sistema político.
Hoy tendremos como novedad la participación de los “obligados” que no votaban en las elecciones por décadas, que la ley del voto obligatorio los trae de vuelta al sistema electoral y que se convierten en actores decisivos del resultado electoral de octubre.
En la elección de mayo 2023 -ya con voto obligatorio- la ultraderecha tuvo un destacado resultado -obtuvo 35%- derrotando a Chile Vamos que solo obtuvo 21% de la votación. Este sector en el plebiscito de diciembre 2023 fue derrotado por el En Contra; pero claramente la ultraderecha/Republicanos desafiará a Chile Vamos en estas elecciones Municipales. Ahí está en disputa la hegemonía del sector razón por la cual no hubo pacto electoral formal y probablemente la ultraderecha levantará candidaturas competitivas en desmedro de la derecha tradicional y sus aliados y en otros casos como en Las Condes es ella quién impone su candidatura.
La tensión presidencial también aparecerá ya que J.A. Kast se jugará por ser el "Bukele" chileno y que su sector tenga mejor votación en las municipales, tanto en Alcaldes como en Concejales. Lo más probable es que mejoren la magra perfomance electoral de mayo 2021 donde la mala gestión del gobierno de la época impactó en Chile Vamos que sólo obtuvo 25% de las Alcaldías en competencia, número que probablemente subirá la noche del 27 de octubre, pero claramente la división de las derechas impactará en su desempeño municipal.
Por su parte la centroizquierda, la izquierda y la izquierda más radical anunciaron un acuerdo electoral la semana pasada, pero que rápidamente ha quedado complicado en Concepción por la actitud del frente Amplio desconociendo acuerdo de que candidatura a Alcalde es del PDC en esa comuna; pero también la elección de concejales se convertirá en el termómetro de la situación electoral con voto obligatorio ya que se pesarán los bloques al interior de ese sector como es la ex Concertación (Socialismo Democrático y PDC) vis a vis la lista del Frente Amplio y la lista del PC. Se resolverá la duda de cuanto pesa hoy cada bloque político y si hay apoyo social y electoral a la recomposición de una centroizquierda reformista y moderna que se sustente en la gestión y capacidades demostradas durante los gobiernos concertacionistas y proyectadas en un complejo futuro.
Como ocurre en diversas sociedades democráticas hay una fuerte tensión en el mundo progresista por la hegemonía y por la manera de enfrentar el avance de la ultraderecha que tendrá su expresión en estas elecciones de octubre tanto a nivel municipal como a nivel regional.
¿El votante obligado votará por los pactos y los partidos? ¿O subsistirá la desconfianza hacia la política y parte de estos nuevos electores seguirán creyendo en los independientes?.
Hay muchas preguntas sin respuesta aún del electorado – en especial los del voto obligatorio-, por tanto, aparece muy arriesgado para los partidos actuar como si esta elección anticipará un buen resultado electoral. Los diversos actores debieran seguir actuando con realismo y humildad diseñando campañas electorales locales con capacidad de propuestas para enfrentar los problemas locales como es la situación de miedo e inseguridad que viven las mayorías, la falta de nuevos empleos de calidad, combatir la informalidad laboral, mejorar la atención de los servicios administrados por los municipios como la salud primaria y la educación.
Veremos si en esta campaña vuelve el respaldo ciudadano a los partidos políticos o sigue fuerte el voto hacia los independientes.