Oh I'm just counting

Editorial Cambio21: Las "dos primarias" y el derrumbe de la "invencible" Matthei

En la práctica se están desarrollando dos primarias: una legal y formal con debates en radios, medios digitales y en programas de televisión, con votación amplia el 29 de junio y la otra es una fáctica, centrada en las subidas y bajadas de las posiciones en las encuestas y que tiene alta repercusión mediática importante.

La otra primaria que se centra en la carrera presidencial en las derechas está mostrando mediante encuestas, que no se pueden difundir por la extraña y torpe veda legal, que genera la primaria legal, que se están produciendo importantes movimientos: Que la candidatura de José Antonio Kast ha superado con creces y no por el error técnico, a la opción de Matthei y la candidatura Johannes Kaiser se ha empezado a quedar rezagada y muy atrás, casi sin opción. Ya se habla de la bajada de Kaiser a favor de Kast a cambio de una buena lista parlamentaria del partido del libertario, que incluya una senaturía para el exmayordomo de hoteles en Europa.

La opción Matthei que lideró más de dos años esta carrera presidencial ha sido superada por el ultra derechista Kast, quién en las últimas semanas ha tenido un crecimiento relevante producto de las torpezas comunicacionales y políticas de Evelyn Matthei y que el discurso radicalizado de Kaiser ha terminado favoreciendo a Kast ya que quedó transitoriamente como un candidato serio y moderado, al lado de Kaiser. Un ultrista de derecha al lado de un extremista de derecha como Kaiser.

Y también, a diferencia de Kaiser, y "sin querer queriendo" como diría el Chavo del 8, Kast se instaló en el mundo de las derechas como una candidatura con equipos, con propuestas y posiciones firmes. De la ultra derecha como Milei en Argentina, Meloni en Italia o del mismisímo Trump.

La opción Matthei al salir de la alcaldía en Providencia se estancó y comenzó a decaer, mostrando que su rol a nivel local estaba subsidiado, ya que mostraba una capacidad ejecutiva que perdió al instalarse en la carrera política, donde ha mostrado debilidades en su falta de articulación política, su precariedad en construir equipos técnicos sólidos y mostró un débil desempeño comunicacional en que solo peleaba con el gobierno, pero no tenía capacidad de hacer propuestas de futuro.
Se equivocó Matthei al no lograr hacer primarias legales con Carter, Checho Hirane, Chahuán y otros; se equivocó al ser proclamada tan anticipadamente por sus partidos políticos (UDI,RN y Evopoli) ya que no se abrió al ancho mundo independiente que es significativo en la derecha, no tuvo capacidad de construir propuestas serias y que contarán con apoyo de mayorías transversales, sólo buscó conectarse con una derecha dura promoviendo “la motosierra” para hacer recortes del gasto público a lo Milei y desautorizando a su vocero Paulsen para pelear con la ministra vocera de Boric, lo que ha terminado favoreciendo al candidato Kast.

Matthei dirigió su discurso al votante de ultraderecha que prefiere posiciones intransigentes y duras y olvidó al votante de derecha tradicional que cuestiona la capacidad de gestión gubernamental para enfrentar los problemas de la seguridad y la economía y que privilegia los acuerdos transversales; el efecto de ese mal diseño de Matthei ha sido el incremento de Kast en las encuestas, que además, ha recogido la votación que se ha desencantado del ultrismo de Kaiser, que había crecido hace un mes como "la novedad", tipo Boric, hace tres años.

La campaña de Matthei requiere ajustes y rediseños importantes para poder superar este momento crítico y debiera partir con la autocrítica de la abanderada presidencial. Es urgente que implemente un plan B para salir de esta atolladero que la tiene ahora cayendo muy fuerte en las encuestas, como la Cadem y otras, antes de la torpe veda comunicacional, donde Kast le está ganando por cuatro y cinco puntos, dependiendo del sondeo.

Incluso algunas voces en la derecha conservadora ya hablan de cambiar a Matthei, como ocurrió cuando ella fue candidata presidencial contra Bachelet hace 11 años: entró cuando renunció Longueira, luego estuvo unos meses Laurence Golborne, que también renunció y al final ella asumió esa candidatura donde fue arrasada por la expresidenta Bachelet.

Debiera reorganizar su equipo, su relato y su diseño de campaña para la post primarias y no tratar de competir con los foros y debates que están realizando Tohá, Jara, Winter y Mulet donde se ha instalado varias tensiones dramáticas como el escarnio de Winter y el FA hacia la exConcertación, la amenaza de la candidata comunista que muestra más habilidades blandas que Tohá, pero ahora debe soportar en estos últimos 12 días que el presidente del PC le instale a Daniel Jadue en su comando.

Veremos si Tohá es capaz de movilizar a ese electorado humanista y democrático decepcionado por la feble gestión gubernamental, que probablemente estará molesto por las diatribas de Winter y Frente Amplio en su franja televisiva hacia la gestión concertacionista o será la movilización de solo los adherentes del gobierno que bordea el 25% del electorado.

Los estudios de opinión pública indican que las mayorías sociales quieren un gobierno que recupere la seguridad y tranquilidad en los barrios y la capacidad de volver a crecer al 4%. Veremos si en las primarias del 29 de junio sale una opción presidencial que conecte con ese mayoritario anhelo social o emerge un liderazgo identitario que reitere las viejas consignas revolucionarias, pero que no se conectan con las mayorías.

Quedan pocos días para saberlo.