Oh I'm just counting

Editorial Cambio21: Retorno seguro el plan a lo Trump de Piñera

Entre los diversos anuncios de esta semana destacó el plan retorno seguro donde el presidente Piñera le informa al país que debe prepararse para el retorno a clases presenciales en mayo, la apertura de los malls y centros comerciales y la vuelta al trabajo presencial de funcionarios públicos y privados, lo que supone que el virus Covid19 está en una situación de control que permite ese retorno a la nueva normalidad del Gobierno.

En el mundo académico no son triunfalistas en relación a la lucha contra el Covid19 al contrario sugieren cautela. Espacio público en sus reportes señala que el informe del Ministro Mañalich que la tasa diaria de crecimiento de la tasa de incidencia entre el 28 de marzo y el 22 de abril fue de solo 1,5%, afirma que “la realidad es bien distinta, el crecimiento diario promedio en el período en cuestión, de acuerdo a las cifras oficiales del Minsal, fue de un 7,8%, más de cinco veces a la cifra indicada por el ministro”. Y agrega un elemento adicional que debiera ponernos cautelosos “es que la fracción de contagiados de la tercera edad viene creciendo de manera importante”.

O sea, el triunfalismo del gobierno en lo sanitario es cuestionado por diversos expertos a partir de los mismos datos que el Minsal libera lentamente, lo que ha introducido otro factor de desconfianza en las estadísticas oficiales lo cual es grave para el manejo de la pandemia. Adicionalmente los datos de la Región Metropolitana revelan que el virus se movió desde la zona oriente a comunas como Puente Alto, San Bernardo, Maipú que aparecen con más casos activos.

Si la pandemia no está controlada, aparecer con un plan de retorno a la actividad productiva, la apertura de malls aparece como una señal prioritariamente económica y donde lo sanitario queda en segundo orden.

La actividad económica no está paralizada, el sistema de abastecimiento ha funcionado (incluso la prensa económica destaca los buenos números de los deliverys y de los supermercados) y al mirar la experiencia comparada se ve que la actividad económica se empieza a “normalizar gradualmente” cuando se ha aplanado la curva y eso aún no ocurre en el país.

El otro problema es que los sectores económicos afectados no han tenido ningún apoyo gubernamental aún, la implementación del sistema de garantías estatales para los créditos a las empresas vía Fogape ha tenido una demora inexcusable, sólo el fin de semana se publicó la ley y el reglamento, pero ahora viene la licitación con los Bancos; por tanto, los créditos a las empresas al borde de la quiebra por la recesión económica estarían en dos a tres semanas más, lo que puede ser muy tarde para ellas

El retorno seguro de Piñera parece ser otro slogan voluntarista y triunfalista de querer mostrar éxitos para subir en las encuestas, de sobrevalorización de “lo económico” por sobre el mantener el cuidado de la salud de las personas, con lo cual Piñera toma una apuesta política muy arriesgada –antes del invierno que todos sabemos traerá más complicaciones sanitarias- confiado del apoyo empresarial y del manejo de los medios de comunicación televisivo para instalar su tesis política.

Lo más preocupante es la presión gubernamental por el retorno a clases presenciales. El ministro de Educación dijo que los niños no estaban expuestos al Covid19, sin embargo, el dato de los casos contagiados el 24 de abril revela 677 casos entre 0 a 19 años; o sea tenemos una autoridad educacional que pareciera sólo estar preocupado de “la operación retorno” y no cuidar la salud de los niños, ni establecer los estrictos protocolos que recomiendan los expertos en el caso del retorno a clases que a lo menos exige mantener el distanciamiento físico en las salas de clase y colegios lo que debiera cautelar el Mineduc.

Sería muy riesgoso que tuviéramos Ministerios (Economía y Educación) que rebajen los estándares de seguridad –como el distanciamiento físico y el aseo continuo- con el fin de facilitar el retorno a clases presenciales y apertura de malls.

Es la hora que el Gobierno actúe con responsabilidad social y que la oposición fiscalice que se cuidará efectivamente la salud y la vida de las personas.