Oh I'm just counting

Editorial: El Chile real irrumpe y demanda apoyo fiscal ante la crisis por Covid19

La recesión económica llegó con miles de empresas al borde de la quiebra, incluso empresas grandes anunciando problemas de liquidez. Los analistas estiman un segundo y tercer trimestre con una caída fuerte de la actividad económica y por ende del PIB, lo que urge es implementar planes de apoyo a los trabajadores y a las empresas.

Hoy hay un 30% de la fuerza laboral –equivalente a 2,7 millones de personas- que forman parte de este sector informal-independiente que no han recibido hasta ahora ningún apoyo económico para enfrentar la crisis, son taxistas, feriantes, peluqueros, personas que boletean para empresas privadas que no acceden al seguro de cesantía.

La oposición ha reclamado por esta ausencia de apoyo hace varias semanas, el gobierno ha señalado que está estudiando fórmulas y ahora recién anuncia que formará panel de expertos “para diseñar mecanismos de ayuda” con expertos de centros de estudios y universidades revelando la tardanza e improvisación con que ha manejado este plan de apoyo social.

Incluso anunció un Fondo de US$ 2.000 millones para apoyar estos trabajadores, el ministro de Hacienda se paseó por los canales de televisión pidiendo “flexibilidad para los instrumentos” pero la realidad era que no tenían diseño de política social e incluso no reconocían el funcionamiento del Registro Social de Hogares que tiene toda la información sobre los hogares del 80% del país. O sea, hay un tercio de la fuerza laboral que para este gobierno derechista y conservador no era visible y pareciera que lo descubrió ahora por esta crisis social.

Otro caso de desprotección son las casi 300.000 trabajadoras de casa particular que el Gobierno optó por autorizar que por Covid 19 se usará los fondos indemnizatorios del 4,11% que se acumula en su cuenta, por lo tanto, sólo legitimó la autoayuda sin ningún tipo de aporte fiscal.

En el caso de los mecanismos para salvar de la quiebra a miles de empresas producto de la casi paralización de actividades se ha actuado lentamente. La Comisión de Mercado Financiero informó al Senado que al 6 de abril sólo 3.845 empresas habían sido apoyadas con nuevos créditos por la Banca de un total de 727.000 empresas bancarizadas lo que significaba un 0,5% de las empresas.
Producto de eso el Gobierno anunció un plan económico dos con modificaciones al FOGAPE para dar más garantías estatales, anunció inyección de US$ 3.000 millones a ese fondo de garantías, amplio universo de empresas beneficiadas de ventas hasta 1.000.000 UF anuales –actualmente el techo es de 350.000 UF anuales- y de las garantías hasta 85% en empresas pequeñas, 70% para medianas y 60% para empresas grandes.

Pero no se refirió a las tasas de interés que la banca prestaría esos nuevos recursos y que hoy son 20% anual, mientras que los bancos reciben el dinero al 0,5% mensual de parte del Banco Central y sobre la persistencia de las barreras de entrada para acceder a las garantías ya que se pide “estar al día” en los antiguos créditos, lo cual -para la gran mayoría- es imposible de cumplir producto de las bajas ventas ocurridas en último semestre.

Según la mayoría de los gremios PYMES se requiere resolver estos dos temas para salvar de la quiebra a las empresas sino este plan de apoyo sólo terminará favoreciendo a las grandes empresas incorporadas ahora como sujeto de garantías estatales.

Posteriormente se ha anunciado que regulará las tasas, que se “posterga cualquier amortización de otros créditos preexistentes”, materias que se conocerán con el proyecto de ley que modifica el fogape y que establecería estas nuevas reglas.

Pero hay 200.000 pequeñas empresas no bancarizadas que están sujetas a otros agentes financieros que requieren un apoyo fiscal vía Sercotec-Fosis que no están en los planes de apoyo del Gobierno.

Pareciera que estamos frente a un gobierno conservador que no conoce la desigual realidad social del país y que hoy irrumpe con toda su crudeza, de la cual debe hacerse cargo una real política social que busque ayudar a las personas vulnerables y a las empresas Pymes.

El Gobierno ha llegado tarde e improvisadamente de nuevo para ayudar a los más vulnerables.