El comandante en jefe del Ejército, el general Ricardo Martínez, reconoció que las investigaciones por corrupción en las filas castrenses han afectado la imagen y confianza en la institución. Por esta razón, el uniformado propuso que las grandes compras militares queden en manos del Ministerio de Defensa.
En los últimos años una serie de millonarios escándalos de corrupción han sacudido al Ejército de Chile.
Primero se conoció la compra abultada en precios de repuestos para helicópteros, uniformes y materiales de guerra. Luego vino el Caso Milicogate, con seis mil millones de pesos en pérdidas con el uso de la Ley Reservada del Cobre.
Actualmente se investigan irregularidades con el Fondo de Ayuda Mutua y las comisiones con el uso de dineros fiscales para la compra de pasajes y fletes en las destinaciones en el extranjero de oficiales y suboficiales de la institución.
El colmo para el Ejército vino tras la detención del excomandante en jefe, el general retirado Juan Miguel Fuente Alba, quien cumple arresto preventivo como presunto autor de una malversación de caudales público con el uso indiscriminado de gastos reservados por 3.500 millones de pesos.