Muchos elementos se han conjugado para llegar a la recta final de lo que ha sido una de las tiranías más brutales y despiadadas de toda la historia de la humanidad, cuyo contenido criminal y narcotraficante la distinguen de los procesos políticos que se han dado en otras latitudes, la ausencia de ideologías aplicadas, con sólo su uso exclusivo en la dialéctica política, hace casi imposible analizar y comprender la verdadera naturaleza sociópata de quienes encabezan ese infierno, sumando el miserable interés de los invasores cubanos que han actuado como aves de rapiña.

 

El cambio político ocurrido en el continente, el viraje de la mayoría de naciones de regímenes populistas/socialistas corruptos y cómplices del saqueo nacional, hacia democracias modernas preocupadas por los derechos humanos, ha sido determinante en el nuevo y firme cambio de posición de la comunidad latinoamericana organizada en la OEA, que hoy juega un papel primordial junto a la comunidad europea y los Estados Unidos, es decir, el mundo civilizado y libre.

 

Sin desmeritar la capacidad, el coraje y la determinación que ha tenido nuestro presidente encargado Juan Guaidó, ha sido un factor determinante en el cambio de opinión, cambio de posición política y electoral, de la mayoría de los países del continente, la presencia de una multitudinaria diáspora venezolana, que contando nuestras propias historias y advirtiendo sobre la tragedia que significa el narco comunismo cubano, hemos dejado sin elementos de defensa de los narcotraficantes que secuestraron a Venezuela, por parte de las ultras izquierdas inmorales y arcaicas que siguen siendo cómplices de este brutal genocidio, haciendo que los candidatos a presidentes del foro de Sao Paulo perdieran estrepitosamente como en Brasil, Argentina, Colombia y Chile.

 

La última semana del 23 de enero, la narco tiranía criminal y genocida ha asesinado a 35 venezolanos, detenido a 850 ciudadanos de los cuales 77 son niños y niñas de entre 12 y 14 años, los cuales han sido sometido a atroces torturas, ojalá y esto haga pensar a quienes todavía tienen posiciones silentes y cómplices como los gobiernos de Uruguay, México y el Vaticano. ¿Será que no les ha bastado los más de 780 mil venezolanos asesinados en los últimos 20 años, dónde han caído por acción directa o por omisión del criminal régimen? para asumir una posición de defensa de la vida y los derechos humanos en Venezuela.

 

Lo verdaderamente importante y que nos llena de esperanza, a todos los venezolanos dentro y fuera de nuestro territorio, es que la comunidad internacional y nuestro presidente encargado han dicho reiteradamente que “todas las opciones están sobre la mesa”, eso quiere decir, que no descansarán hasta alcanzar la libertad de Venezuela y que la manera como salgan del poder los criminales que la secuestraron, será como ellos decidan, pero tendrán que salir por las buenas o por las malas, no hay vuelta atrás gracias a DIOS.