El caso de una mujer, con 18 de semanas de embarazo, fue el primero que debió revisar la Corte Suprema tras la puesta en marcha de la despenalización del aborto en tres causales.
La Tercera Sala del máximo tribunal rechazó el recurso de protección interpuesto por una funcionaria de la PDI en contra del Hospital de Carabineros, que se negó a interrumpir su embarazo, según consignó La Tercera.
A mediados de febrero, con 18 semanas de embarazo, el bebé fue diagnosticado con una malformación cardíaca grave, además de una trisonomía 21 (síndrome de Down).
El hospital recurrió a distintos ginecólogos que fueron contradictorios y donde uno de ellos catalogó la situación como "letal", ya que un paciente con síndrome de Down no tolera una cirugía por cardiopatía, por lo que se buscaba recurrir al aborto en la segunda causal: "Cuando el embrión o feto padezca una patología congénita adquirida o genética, incompatible con la vida extrauterina independiente, en todo caso de carácter letal".
Sin embargo, el máximo tribunal decidió descartar la "letalidad" de la situación, ya que "no ha existido precisión en torno a que la patología congénita incompatible con la vida extrauterina independiente sea letal", dicta el fallo.
"La falta de certeza en ese preciso extremo no permite tener por configurada la causal en cuya virtud se manifestó la voluntad de la recurrente en orden a la interrupción de su embarazo", concluye.