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En la Escuela de Gendarmería de Chile, se ha desatado un escándalo que ha sacudido los cimientos de esta institución. Nueve alumnos han sido expulsados tras el hallazgo de 10 gramos de marihuana en sus casilleros, poniendo en tela de juicio la integridad y el compromiso de quienes aspiran a convertirse en los futuros guardianes del orden público.

Según informes, el descubrimiento de las sustancias ilícitas se produjo durante las rondas de rutina realizadas por el personal de servicio de la escuela, ubicada en la comuna de San Bernardo. En medio de estas inspecciones de rutina, el personal detectó a un grupo de alumnos en circunstancias sospechosas, lo que los llevó a realizar una inspección más exhaustiva de los casilleros.

Fue entonces cuando se encontró la marihuana oculta en los casilleros de los estudiantes, un hallazgo que sacudió a la institución y puso en tela de juicio los valores que se supone deben regir la formación de los futuros gendarmes.

Ante este descubrimiento, la Escuela de Gendarmería de Chile expresó su total rechazo a actitudes y prácticas contrarias a los valores esenciales del proceso formativo, así como respecto del mínimo exigible a nivel conductual, de quienes a futuro se desempeñarán como funcionarios públicos.

Como resultado, los nueve alumnos involucrados fueron desvinculados de manera inmediata, y los antecedentes fueron remitidos al Ministerio Público para que se llevaran a cabo las acciones correspondientes. Además, se informó que se realizarían tests de drogas al resto de los estudiantes para esclarecer aún más los hechos.

Este escándalo ha puesto en entredicho la reputación y la integridad de la Escuela de Gendarmería de Chile, una institución que se enorgullece de formar a los futuros guardianes del orden público. La expulsión de nueve alumnos por posesión de drogas ha generado una ola de preocupación y cuestionamientos sobre la efectividad de los procesos de selección y la solidez de los valores que se inculcan durante la formación.

Más allá de las consecuencias inmediatas, este incidente plantea interrogantes sobre cómo la Escuela de Gendarmería abordará este desafío y cómo se asegurará de que los futuros gendarmes estén a la altura de las expectativas de la sociedad. La confianza pública en esta institución se ha visto sacudida, y será crucial que la Escuela tome medidas contundentes para restaurar su imagen y garantizar que incidentes como este no vuelvan a ocurrir.