Un negociado escandaloso se conoció en las últimas horas, gracias al periodismo de investigación.
De aquí a 2025 las distribuidoras de energía remplazarán por "dispositivos inteligentes" todos los medidores de consumo eléctrico que actualmente eran de propiedad de los clientes, lo que costará mil millones de dólares (660 mil millones de pesos) que tendrán que ser costeados por los usuarios.
Según detalló una investigación publicada por Ciper, el costo calculado por la Comisión Nacional de Energía (CNE) tendrá que ser asumido por los clientes pese a que el nuevo medidor será propiedad de la compañía eléctrica.
Los dispositivos no requerirán el trabajo de la persona que mide el consumo en terreno y tampoco de las cuadrillas que cortan y reponen la energía ya que todo se hará de manera remota.
Con esto, detalla la investigación, las empresas ganarán no solo con el recorte de personal, sino también porque el nuevo medidor registrará hasta el más mínimo consumo, lo que provocará aumento en las cuentas de electricidad.
Además, las compañías del sector no asumirán el costo de la gran inversión: desde septiembre de 2018 las empresas empezaron a incluir el cobro por estos nuevos aparatos.
Para calcular cuánto se debía cobrar en las tarifas por el cambio, la Comisión Nacional de Energía encargó un estudio en octubre de 2017 al consultor externo Inecon que se hizo en base a las proyecciones de inversión entregadas por las propias distribuidoras eléctricas.
En septiembre del año pasado, cuando se publicaron las nuevas fórmulas tarifarias, el Gobierno celebró la baja de un siete por ciento en las cuentas en la Región Metropolitana, mientras que en el resto de las regiones aumentaba. Además, en la RM podría haber sido mayor, ya que el recambio aumentará las cuentas en hasta cinco por ciento anual para financiar la inversión, según publica CIPER Chile.
La Comisión Nacional de Energía definió que la propiedad de los medidores debía pasar a las distribuidoras eléctricas y determinó que estos nuevos aparatos tenían que cumplir ciertos requisitos y tener las mismas características a lo largo del país.
En ese sentido, el Congreso -dice Ciper- tuvo un rol clave con la aprobación de la Ley 21.076 en enero del año pasado cuando estableció que los medidores y empalmes pasan a ser propiedad de las empresas y que los usuarios deberán pagar por los dispositivos a través de tarifas.
La ley permitió la expropiación de los medidores masivamente sin indemnizar a los clientes.
"Pero esto no es una expropiación, porque tú te vas a quedar con el medidor antiguo. Ahora, que el medidor no te sirva para nada, ya es problema tuyo", dijo a Ciper el ex secretario ejecutivo de la CNE Andrés Romero.
ENEL adelantó instalación pese a que aún no está definida la norma técnica
A fines de 2017, la CNE definió el precio a pagar por el medidor inteligente: El valor era de 132 dólares, es decir unos 87.500 pesos. La cifra no corresponde con lo que el mismo Romero informó a la Comisión de Minería y Energía del Senado, cuando dijo que el valor del medidor "no debería superar los 100 dólares" y agregó que probablemente llegaría al 50 por ciento de ese monto.
Romero aseguró al medio de investigación que para él lo único que fracasó fue el proceso para definir las características que tendrían los dispositivos.
"Yo corté ese comité, porque se empezó a generar todo un lío. Es una discusión de mil millones de dólares. Eso es lo que se va a gastar en medidores más o menos. Entonces, hay mucho interés y el proceso no arrojó un resultado que fuera fiable, por así decirlo", aseguró a Ciper.
Según publica el medio electrónico, con el cambio legal el Estado está legalizando el monopolio de medidores y empalmes en manos de las empresas distribuidoras.
La investigación, dicen, detectó varios actores de la industria realizando presiones para imponer su propia tecnología: Los principales fueron ENEL -que tiene su propio medidor- y Aclara -provedor de Estados Unidos-.
Pese a que aún no se ha publicado una norma técnica que defina las características, Santiago ENEL Distribución ya ha instalado más de 250 mil nuevos medidores.
Ante esto, consultado por Ciper, el actual secretario ejecutivo de la CNE, José Agustín Venegas, manifestó que "la prudencia sugiere a las empresas esperar el término de la discusión para instalar los nuevos medidores. Aunque ciertamente algunas han avanzado, porque han implementado planes prototipos y parecen tener confianza en que los equipos que han instalado van a cumplir".