Desde la salida del ministro Milton Juica de la Corte Suprema, el pasado 26 de junio, la Segunda Sala Penal -que preside el ministro Hugo Dolmestch- ha otorgado siete libertades condicionales para condenados por casos de violación a los derechos humanos.
Esto se debió a que cuando Juica lideraba la instancia, el arrepentimiento de los actos cometidos y la colaboración sobre estos eran requisitos fundamentales para obtener el beneficio, esta vez no fue exigido.
En conversación con La Tercera, el ex ministro que ahora pasa sus días como director de Derecho Procesal de la Facultad de Derecho de la Universidad Andrés Bello, sostuvo que "estos cambios de criterio son esperables cuando llegan nuevos ministros, es así la institucionalidad".
"En el Poder Judicial nada puede tomarte por sorpresa, las cosas ocurren, son continentes de cinco ministros que tienen opiniones y las mayorías son las que mandan", agregó.
Consultado sobre si es que estas libertades podrían generar impunidad, manifestó que le consta que "los jueces han tratado de evitar esa impunidad, "se ha hecho un gran trabajo, y me consta, de resolver muchos asuntos que estaban perdidos absolutamente".