Buscando un nuevo lugar para habitar. Así está la Congregación Franciscana en Osorno que anunció que dejará su histórica casa-convento tras 222 años. Actualmente, solo tres viven en la edificación de tres pisos ubicada en calle Lynch con Prat, frente a la plazuela Yungay.
"Es urgente una resignificación, es decir, repensar el lugar donde vivimos, porque no podemos seguir manteniendo las infraestructuras. Es insostenible", dijo el fraile René Pesenti al diario El Austral de Osorno. "Nos enfrentamos a una nueva realidad con falta de personal y, por lo mismo, con nuevos desafíos.
No es lo mismo que antes, cuando había auge de frailes", añadió. De acuerdo al matutino, los religiosos ya decidieron que la opción es un inmueble fuera de la ciudad y que entregarán el convento al Ministerio de Vivienda y Urbanismo. "No vamos a desaparecer de la diócesis, pero sí nos reubicaremos en la periferia. Estamos buscando un lugar para arrendar y no ha sido fácil, porque está muy caro en Osorno", expresó el fraile.
Según Pesenti, será bajo la figura del comodato para un proyecto social de subsidios de arriendo. La parroquia San Francisco seguirá funcionando y será atendida por los tres religiosos que habitan en la construcción que hace 75 años fue reconstruida tras un incendio que dejó 15 fallecidos.