El cabo segundo de la Armada detenido durante las protestas del primer aniversario del 18 de octubre fue formalizado desórdenes públicos y delito sanitario.
El imputado recibió la medida cautelar de firma bimensual en una comisaría.
Los antecedentes con los que contaba el Ministerio Público no arrojaron evidencia de que el uniformado participara del ataque a la iglesia San Borja, como se informó en primera instancia.
La fiscalía afirmó que el funcionario “participó interrumpiendo la libre circulación” y arrojó objetos contundentes.
El ministro de Defensa, Mario Desbordes, descartó que el miembro de las Fuerzas Armadas estuviera en labores de inteligencia. “No se le infiltró en acciones de inteligencia ni nada por el estilo“, dijo.
Según informó el Ministerio Público, hasta el momento no hay detenidos por los ataques a las iglesias.