La presidente del Colegio Médico, Izkia Siches, afirmó que "la alimentación forzada nunca es éticamente aceptable".
Siches difundió a través de redes sociales un documento elaborado en 2018 por el Departamento de Ética del gremio, que cobra actualidad a raíz de las nuevas huelgas de hambre, de comuneros mapuche, especialmente el machi Celestino Córdova,que lleva más de 100 días de ayuno.
"Considerando las huelgas de hambre en nuestro país, le recordamos a la comunidad médica y a las autoridades nacionales el documento generado por nuestro Departamento de Ética, que señala que la alimentación forzada no es éticamente aceptable", señaló la orden.
El documento en cuestión explica, en primera instancia, que "la huelga de hambre consiste en la abstinencia voluntaria de ingesta de alimentos o líquidos por un período de tiempo definido o no, utilizada como una herramienta de denuncia y protesta para reivindicar el cumplimiento de algún derecho, eliminar reglas o normas consideradas ilegítimas o injustas por el sujeto que la realiza, pretendiendo así modificar una determinada disposición de la autoridad, un grupo o la comunidad, arriesgando con ello la propia vida y salud".
Por lo tanto, "es necesario distinguir la huelga de hambre de la conducta suicida. En el suicidio, el sujeto comete un acto para poner fin a su vida, en la huelga de hambre se intenta presionar a fin de obtener lo reclamado", señala el escrito.
De acuerdo con esto, y en respuesta a las medidas médicas que se podrían esperar, estipula que "la alimentación forzada nunca es éticamente aceptable. Incluso con la intención de beneficiar, la alimentación con amenazas, presión, fuerza o uso de restricción física es una forma de trato inhumano y degradante".
Alimentar al huelguista contra su voluntad implica "no solo vulnerar su autonomía, sino que sería un acto malifecente, porque puede dañarlo en su dimensión espiritual o física".
"La existencia del individuo no se agota en su vida puramente biológica, sino que comprende también una vida biográfica, donde radican las creencias, valores, expectativas", advierte el Colmed, que ha participado en las conversaciones y negociaciones entre el Gobierno y los comuneros que se encuentran en huelga de hambre. Dichas reuniones también han involucrado a Gendarmería, la Oficina Regional del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (Acnudh) y el Instituto Nacional de Derechos Humanos.