Javier Ignacio Concha Pavez, hoy de 19 años, fue sentenciado en un fallo unánime a cuatro años de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada intensiva por igual periodo, en calidad de autor del delito consumado de lesiones graves gravísimas en perjuicio de Jacqueline Estefanía Obreque Hormazábal.
Joven que le cortó la mano a una vecina fue condenado, pero quedó libre
El Quinto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago condenó a cuatro años de libertad vigilada a un joven que en mayo de 2016 le cortó la mano a una vecina en medio de una pelea de dos familias en la comuna de Maipú.
Javier Ignacio Concha Pavez, hoy de 19 años, fue sentenciado en un fallo unánime a cuatro años de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada intensiva por igual periodo, en calidad de autor del delito consumado de lesiones graves gravísimas en perjuicio de Jacqueline Estefanía Obreque Hormazábal, quien tenía 23 años al momento de la agresión.
Concha fue condenado a otros 200 días de presidio, también con el beneficio de la libertad vigilada intensiva, como autor del delito de amenazas simples y de la falta de lesiones leves.
Por último, se le impuso "la obligación de cumplir programas formativos en control de impulsos y manejo de agresividad".
En el juicio oral se acreditó que aproximadamente a las 14:00 horas del 8 de mayo de 2016 Javier Concha amenazó en plena calle a Víctor Freire Fernández, el pololo de Jacqueline Obreque, diciéndole: "Yo soy flaite, no te metai conmigo".
"Sin mediar provocación alguna, lo empujó y lo golpeó en el rostro, señalándole: 'No te quiero ver más por acá, o te voy a matar'", se lee en el fallo.
Este episodio ocurró en las inmediaciones de las residencias de las familias Concha y Obreque, que se ubican en el pasaje Hernán Olguín de Maipú.
Posteriormente, cerca de las 16:00, Javier Concha, "en compañía de su madre y hermano menor, discuten con su vecina Jacqueline Estefanía Obreque Hormazábal y otros parientes de aquella", y el agresor "lanzó un cenicero hacia la vivienda de Obreque Hormazábal, (...) el cual pasó junto a la cabeza de la madre de ésta, (...)quebrando posteriormente el vidrio del living de la propiedad".
"Acto seguido, Javier Concha junto a su madre y hermano ingresaron a su (propia) vivienda, en tanto, Jacqueline Obreque junto a otros vecinos, empujaron y forzaron el portón de la reja e ingresaron al antejardín de esta propiedad", detalla el escrito judicial.
El relato consigna que, momentos más tarde, "salió desde el cobertizo de su casa Concha Pavez, portando un arma blanca de grandes dimensiones, con la que caminó hacia Obreque Hormazábal, quien se encontraba desarmada, y le asestó un golpe, cercenándole la mano izquierda, la que cayó al suelo al desprenderse completamente de su brazo, perdiéndola en forma definitiva"
Javier Ignacio Concha Pavez, hoy de 19 años, fue sentenciado en un fallo unánime a cuatro años de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada intensiva por igual periodo, en calidad de autor del delito consumado de lesiones graves gravísimas en perjuicio de Jacqueline Estefanía Obreque Hormazábal, quien tenía 23 años al momento de la agresión.
Concha fue condenado a otros 200 días de presidio, también con el beneficio de la libertad vigilada intensiva, como autor del delito de amenazas simples y de la falta de lesiones leves.
Por último, se le impuso "la obligación de cumplir programas formativos en control de impulsos y manejo de agresividad".
En el juicio oral se acreditó que aproximadamente a las 14:00 horas del 8 de mayo de 2016 Javier Concha amenazó en plena calle a Víctor Freire Fernández, el pololo de Jacqueline Obreque, diciéndole: "Yo soy flaite, no te metai conmigo".
"Sin mediar provocación alguna, lo empujó y lo golpeó en el rostro, señalándole: 'No te quiero ver más por acá, o te voy a matar'", se lee en el fallo.
Este episodio ocurró en las inmediaciones de las residencias de las familias Concha y Obreque, que se ubican en el pasaje Hernán Olguín de Maipú.
Posteriormente, cerca de las 16:00, Javier Concha, "en compañía de su madre y hermano menor, discuten con su vecina Jacqueline Estefanía Obreque Hormazábal y otros parientes de aquella", y el agresor "lanzó un cenicero hacia la vivienda de Obreque Hormazábal, (...) el cual pasó junto a la cabeza de la madre de ésta, (...)quebrando posteriormente el vidrio del living de la propiedad".
"Acto seguido, Javier Concha junto a su madre y hermano ingresaron a su (propia) vivienda, en tanto, Jacqueline Obreque junto a otros vecinos, empujaron y forzaron el portón de la reja e ingresaron al antejardín de esta propiedad", detalla el escrito judicial.
El relato consigna que, momentos más tarde, "salió desde el cobertizo de su casa Concha Pavez, portando un arma blanca de grandes dimensiones, con la que caminó hacia Obreque Hormazábal, quien se encontraba desarmada, y le asestó un golpe, cercenándole la mano izquierda, la que cayó al suelo al desprenderse completamente de su brazo, perdiéndola en forma definitiva"