El ex juez de la Audiencia Nacional de España, Baltasar Garzón, dijo que la acción policial para contener las protestas sociales podría llegar a tener la calificación de crimen internacional "si se atiene a la concurrencia de elementos, acción sistemática y determinados mecanismos de acción".
"En cada caso habrá que tener en cuenta lo que está pasando (pero) si se atiende a la concurrencia de elementos, acción sistemática y determinados mecanismos de acción podríamos encontrarnos ante una clase de crimen internacional", expresó Garzón en la rueda de prensa previa al inicio del Foro Latinoamericano de Derechos Humanos.
No obstante, el ex juez abogó porque los hechos sean investigados, "pero con la condición" de que si no se da una respuesta desde el propio país "sí puede haber una exigencia internacional ante crímenes que claramente trascienden lo que es el ámbito territorial" de una nación.
"El que una acción pueda ser calificada como un crimen de lesa humanidad, un crimen de una categoría que trascienda internacionalmente, no significa que tenga que ser investigado fuera, tiene que ser investigado aquí, el código penal de Chile reconoce los delitos de esa categoría, establece las normas en las cuales hay que perseguirlos", explicó.
Garzón dijo que la clave es que exista la voluntad por parte de quienes tienen que hacer esas investigaciones en Chile y se mostró "preocupado" por la sensación que le han transmitido las personas afectadas de que "desde las instituciones, desde el Gobierno y desde los estamentos policiales y especialmente desde la Justicia" las cosas no están siendo del todo "claras, evidentes y contundentes para proteger los derechos de las víctimas".
El ex juez comentó que la imagen que llega al exterior es la de "una sociedad que está sufriendo las consecuencias de un exceso de violencia policial" y que, ante ello, lo que tienen que hacer los ciudadanos es exigir transparencia, investigación y responsabilidades para que no vuelvan a acontecer esos hechos.
Las protestas de Chile han dejado al menos 27 muertos y un total de 3.649 heridos, según el último reporte del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).