Por Alfredo Peña R.

Lo más probable que esos cuatro muchachos que andan casi guardaespaldas de esa señora de la tercera edad no han analizado su singular labor. Son muchachos del Ejército de Chile.

Ellos reciben órdenes. No están para análisis. Se despiertan y se visten para ir a la guerra. Se colocan sus ropas de camuflaje. Sus bototos especiales. Su boina negra que destaca por ser un soldado que cuando va a una misión lo hace para dañar a sus "enemigos". Se colocan sus chalecos anti balas por siaca esa "enemiga" de 75 años que va adelante de ellos se le ocurre sacar una pistola y los ataca.

Pero ellos solo reciben ordenes. Ordenes estúpidas, pero ordenes al fin y al cabo...porque alguno de esos muchachos, deben ser soldados o sargentos...

El acierto gráfico es de la agencia Aton y fue captado cerca de las 10.30 de la mañana de este domingo en la calle 10 de Julio en pleno centro de Santiago. Esos cuatro muchachos van a una guerra imaginaria. ¿Contra chilenos y chilenas?

Y es lo más probable que cuando esos 4 muchachos se colocaban sus ropajes para ir a esa guerra imaginaria que habló Piñera, se preguntaban. "¡Qué estupidez más grande!". Y luego cuando les pasaron su fúsil de guerra con cartuchos para disparar 36 balas por minuto que traspasan a una persona de un lado a otro, nuevamente esos 4 muchachos reflexionaron: "¡Qué estupidez más grande!".

Singularmente la calle 10 de Julio también se llama Huamachuco. Y Huamachuco fue el último gran enfrentamiento de la Guerra del Pacífico. Tuvo lugar el 10 de julio de 1883, en los alrededores del pueblo de Huamachuco, en el departamento de La Libertad, Perú. La batalla formó parte de la Campaña de la Sierra, que comenzó con la caída de Lima en manos de los chilenos en enero de 1881.

Ya no están los tiempos del Ejército golpista del 73 y menos del Ejército de 1879. Los 4 muchachos que van por la avenida 10 de Julio en esa feria, leen redes sociales. Leen en su celular que Torres Silva, el omnipresente fiscal recién saldrá de la cárcel para irse a morir a su casa por un agresivo cáncer. Saben que varios generales están presos en Punta Peuco por ordenarles matar...a chilenos por pensar distinto. 

Sólo una pregunta para el general o comandante que les da la orden de usar ese fúsil de guerra en una feria para amedrentar a chilenos o chilenas -algunas ancianas como se ve en la foto- que van con una bolsa o un carrito con verduras o frutas en tiempos de angustia. ¿Qué estúpido sentido tiene enviar a esos muchachos a pedir permisos para comprar ajos o arándanos con un fúsil que se usó en la guerra de Irak y en otras acciones sangrientas alrededor del mundo? ¿Qué pretenden?

Los historiadores más importantes de este país aseguran que el Ejército de Chile ha muerto más chilenos que a enemigos extranjeros en las pocas guerras que hemos tenido. 

Sugerencia. Dejen sus "juguetes de guerra" en el regimiento y salgan a fiscalizar, pero sin amedrentar a sus hermanos.

Singularmente, lo que ilumina el acierto fotográfico de la agencia Aton es la mujer con sus colorida blusa y su falda. Y su carro con verduras y frutas.

Los fúsiles de guerra están demás....