Oh I'm just counting

La operación política del fiscal Cooper y sus "amigos". Por Alfredo Peña R. Periodista

Lamentablemente hoy en la sociedad chilena nadie se sorprende por el deterioro de las instituciones del sistema judicial y su mañosa utilización en campañas políticas, donde se usan las investigaciones judiciales y el acceso a los expedientes como herramientas políticas.

Esto creó un clima social de molestia con las instituciones judiciales que en la última encuesta UDP alcanza al 46% de la ciudadanía que están molestas con el Sistema Judicial.

Ahora tenemos un nuevo ejemplo en el Fiscal de Coquimbo Patricio Cooper con el caso Sierra Bella, donde lo ocurrido en la investigación que realizó claramente dañó la imagen pública de la entonces alcaldesa de Santiago Irací Hassler y de la entonces Presidenta de la Cámara de Diputados Karol Cariola.

El Fiscal Cooper hizo una investigación durante más de dos años en que vulneró garantías fundamentales como la intercepción de teléfonos, allanar la casa de la diputada Karol Cariola mientras daba a luz, filtró conversaciones privadas. ¿Y quién se benefició? El candidato a alcalde de la oposición a Hassler, Mario Desbordes quién como querellante en el caso tuvo acceso al expediente y después “filtró” documentación a los medios de comunicación.

Es más, el senador Tomás De Rementería, pareja de Karol Cariola, aseguró que los policías enviados por Cooper, lo amenazaron con ingresar a la sala del hospital donde la entonces Presidenta del tercer poder del Estado, estaba en trabajo de parto: Todo por quitarle un teléfono, que al final lo entregó el propio De Rementería a los enviados de Cooper. La excusa del fiscal: No sabía que estaba en trabajo de parto...

 Hay una mala práctica de diversos políticos que se hacen parte de las investigaciones presentando querellas, se convierten en intervinientes; así acceden a la información pesquisada en las escuchas telefónicas y después esa información “la filtran” a los medios de comunicación amigos que denuncian de manera espectacular.

No se ha visto que esos mismos medios, que llenaban las páginas digitales o la televisión que gastaban varias decenas de minutos valiosos, hoy digan lo mismo sobre la decisión de Cooper de no tener a quién formalizar ni encontrar culpable. Y esto va para los matinales, especialmente el del canal 13 que "gastó" decenas de minutos de su programa para casi declarar "culpable" a Hassler y a Cariola, cuestión que hoy se demuestra lo contrario.

Muchas veces el periodismo de investigación son la mera administración de buenos contactos con la Fiscalía y terminan siendo funcionales a esas operaciones políticas.

Aquí el gran beneficiado fue Desbordes que producto de esta operación de desprestigio de posibles actos corruptos en el caso Sierra Bella terminó ganando la elección de octubre pasado.

Pero finalmente y en forma singular, el Fiscal decide “no perseverar” en esta investigación y según el Ministerio Público la decisión se adopta "por no haberse reunido durante la investigación los antecedentes suficientes para fundar una acusación por el presunto delito de fraude al fisco y malversación de caudales públicos".

O sea, el Fiscal Cooper falló en lo principal que era probar que había delito de fraude al fisco; pero ya el daño estaba realizado porque en medio de la campaña municipal sus filtraciones e investigación fue aprovechada por Desbordes y así una investigación judicial fue usada como herramienta electoral.

Así se deteriora la democracia, así se debilita la imagen de la Fiscalía quién no está cumpliendo su rol de investigar y presentar sólidos casos en los Tribunales. Son muchos los casos donde se extiende la tarea investigativa de la fiscalía, se filtran declaraciones o escuchas telefónicas a medios de comunicación supuestamente “investigadores”, algún actor político se beneficia del deterioro de la imagen del político cuestionado y al final pocos se enteran de la decisión de Fiscalía de “no perseverar”.

Muy pocos se enteraron que ni Hassler ni menos Cariola tenían relación con los actos de corrupción investigados; porque lo realizado por Fiscal Cooper debiera ser sancionado por su mal desempeño por sus jefes en el Ministerio Público.

En un ambiente de altísima desconfianza ciudadana hacia las instituciones judiciales deben ser los jueces, los fiscales los que deben dar ejemplo de probidad y transparencia, deben ser ellos los que deben ser ejemplos de eficiencia en la labor investigativa y claramente el Fiscal Cooper no lo hizo.

Es de esperar que el Ministerio Público tenga reglas para sancionar el mal desempeño de fiscales que solo desprestigian su rol en una sociedad democrática.