El debate sobre la llegada de extranjeros a nuestro país es un tema que no ha finalizado. En foros, en redes sociales, en televisión y en la cotidianidad la inmigración es una discusión no zanjada.
No solo porque las pasiones y la subjetividad se entrecruza con un nacionalismo racista y discriminatorio, sino porque se ha vuelto un elemento de manejo político y de división social.
Pero no es “al extranjero” al que se rechaza o juzga, porque como ya lo han interpretado, es al extranjero negro al que se considera como negativo y abusivo. Quita el trabajo, destruye familias, trae drogas y delincuencia y, más radical aún, podría echar a perder la raza.
Un video grabado en el Aeropuerto de Santiago fue el nuevo detonante de que nuestro país no ha revisado sus políticas migratorias y, pero aún, ha evidenciado que somos una sociedad racista y discriminatoria: en las imágenes se puede ver un avión y gente bajando por la escalera. La mayoría, por no decir todos, de raza negra.
Cómo entender lo que sucede
Conversamos con el sociólogo Luis Gajardo para aclarar algunos de los puntos en conflicto de la actual situación que sucede en nuestro país.
“El concepto más apropiado para definir varias de las instancias que estamos viviendo, y que hemos vivido, es la idea de prejuicios étnicos. Prejuicios que tienen las personas contra otros por pertenecer a un grupo social diferente. No se relaciona con que alguien nos caiga mal, sino que se funda en una generalización imperfecta e inflexible y que busca caracterizar a todos los componentes de un grupo y de un mismo modo lo que vemos es un prejuicio étnico”, describe el académico de la Universidad Central.
“El prejuicio es esencialmente emocional y cualquier dato que lo niegue no sirve para cambiar la mirada. Por más que se argumenten características positivas del prejuiciado, nada de eso será procesado por la persona que tiene prejuicios. Afortunadamente no todas las personas son prejuiciosas”, explica Gajardo.
“En una sociedad como la nuestra, en extremo desigual, los sectores medios son los que tienen menor tendencia hacia situaciones de prejuicios, esto es porque ellos tienen internalizada una ideología democrática, opuesto a lo antidemocrático que encierra el prejuicio. Se da que los sectores altos y los más bajos tienden a tener más componentes de autoritarismo”, finaliza.
En lo que se refiere a la creciente sensación de que los extranjeros vienen a convertirse en un riesgo para la raza chilena, la opinión de Carolina Stefoni, socióloga y magíster en Estudios Culturales, resulta ser muy atingente.
Partiendo por la pregunta de si se puede hablar de raza, Stefoni es categórica. “No. No se puede hablar de ninguna raza. La raza como concepto, como categoría, es una construcción social de los seres humanos para clasificar a las personas, pero que no tienen ninguna relación con una condición biológica. No hay elementos biológicos que sustenten la idea de raza. Es un concepto social y cultural, que tiene por objeto jerarquizar a la población, por lo tanto, el dominio de unos sobre otros”.
Para algunas personas, el riesgo que trae la inmigración es la posibilidad de perder los elementos que conforman la cultura chilena, o lo que se conoce como chilenidad.
“Lo chileno como tal también es una construcción social y cultural que supone cierta homogeneidad, que supone cierta construcción de lo chileno como algo estático, fijo, pero que si uno escarba un poquito y saca a la luz lo que significa, lo chileno se ha construido precisamente a partir de una migración histórica, de un intercambio social y cultural con los países vecinos, con la salida de los chilenos, y también su retorno”.
Sobre la mirada discriminatoria que se ha evidenciado en algunos comentarios y en redes sociales, la socióloga profundizó.
“Hoy hay una tendencia global de decir que los inmigrantes son terroristas. En Estados Unidos se experimenta una criminalización de la migración, se dice que son traficantes, que traen enfermedades. Hay todo una lógica en esto porque en el fondo los estados empiezan a protegerse. Todos los gobiernos de derecha sacan este argumento que rinde mucho políticamente”.
La mirada que tienen los extranjeros sobre el accionar de la política nacional en la materia de la inmigración no es la mejor. Así los explica el secretario ejecutivo del Movimiento Acción Migrante, Eduardo Cardoza, quien indicó que desde gobiernos anteriores que está pendiente una normativa sobre inmigración y que, teniendo en cuenta el contexto actual, se necesita con urgencia una ley.
“Estamos ante una irregularidad que es sistémica a la legislación actual y que debiera abordarse. Esta es una medida paliativa, pero es importante porque hay un número significativo de personas en vulneración de derechos, entonces en ese sentido una regularización extraordinaria es necesaria”.
Respecto de la situación que podría ocurrir con el gobierno entrante Cardoza no es absolutamente optimista.
“Estamos expectantes y con preocupación, porque vimos a lo largo de la campaña electoral, algunas expresiones que nos preocupan mucho en el sentido de cuál es el enfoque que se tiene de la migración. Estamos queriendo ver un enfoque positivo de la realidad, pero hasta el momento lo que nos dicen es que el actuar no sería la política migratoria con enfoque de derecho, sino que incluye una serie de elementos que tienen que ver más con una política restrictiva”, argumentó.