A pesar de que su gestión ha sido cuestionada casi transversalmente en su último año en el Gobierno, el ministro Marco Antonio Ávila sobrevivió al cambio de gabinete, permaneciendo a cargo de la cartera de Educación.
El militante de Revolución Democrática recibió la cartera justo a tiempo para viabilizar el retorno presencial a clases de la mayoría de los escolares, advirtiendo que "fue un error" mantener los colegios cerrados por tanto tiempo, lo que le ganó una disputa no menor con el Colegio de Profesores.
Durante los últimos días de la discusión del Presupuesto 2023, el Mineduc firmó un acuerdo con los parlamentarios para restablecer los recursos que serían reducidos para estos establecimientos, calmando las aguas.
Meses después, la gota que parecía rebalsar el vaso fue su encontrón con la diputada ecologista Viviana Delgado, por el que si bien ofreció disculpas públicas, la UDI pidió su renuncia, y el Presidente Boric incluso admitió publicamente haberlo reprendido, al tiempo que negó que el hecho hubiese sido un factor para el rechazo de la reforma tributaria.
Debido al grueso de su desempeño en el Mineduc, Ávila fue interpelado a mediados del año pasado, y parlamentarios de oposición amenazaron con hacerlo de nuevo durante este mes.