Esta semana los parlamentarios chilenos dieron un paso más para que el proyecto que busca modificar la Ley del Tabaco se adecue cada vez más al Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esto porque fue aprobado en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados la indicación que prohibe la venta de cajetillas con menos de 20 cigarros, y al mismo tiempo, establece el empaque genérico de los mismos.
Después de ser rechazada la moción el año 2015 por la Cámara Alta, este año, el gobierno ha perseverado en esa línea, logrando la aprobación de dicha indicación. Se determinó que “en ningún caso podrán venderse cigarrillos unitariamente o en paquetes que contengan una cantidad inferior a 20”.
Fundamento
El subsecretario de Salud Pública del Minsal, Jaime Burrows, explicó que “el argumento es que las cajetillas de menor cantidad son más fáciles de vender. El tener un menor precio hace que la gente pueda acceder, pero la evidencia ha demostrado que esas personas terminan fumando más, porque, al ser un producto adictivo, compran más frecuentemente”.
Desde la British American Tobacco (BAT) manifestaron que “nos preocupa el avance de una medida como la denominada cajetilla genérica, avance que ha tenido lugar a pesar de la contundente evidencia de su falta de efectividad, incluyendo un exhaustivo análisis realizado por la propia Biblioteca del Congreso respecto del marginal efecto que esta medida ha tenido en países como Australia”.
La ministra de Salud, Carmen Castillo, comentó que "esta ley es un proyecto que está avanzando ya en un etiquetado plano más amplio, en colocar elementos que ojala no incentiven el inicio del consumo del tabaco".
"Sabemos que precisamente el cigarrillo contiene elementos que hacen daño al organismo y que no queremos continuar con este vicio que nos hace daño a toda la comunidad. Evitar de que inicien el consumo del tabaco es una de las estrategias y es una de las metas a la que queremos llegar", agregó la secretaria de Estado.
¿Medida efectiva?
La coordinadora de la Fundación Chile libre de tabaco, Sonia Covarrubias, valoró que la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados haya aprobado nuevas restricciones al tabaco, entre ellas, eliminar las cajetillas de 10 cigarros.
"Las modificaciones que se están aprobando apuntan a seguir bajando las tasas de tabaquismo", dijo. "La idea es poner obstáculos para que la gente acceda al tabaco", agregó.
También se aprobó que exista un empaque genérico para todas las marcas, lo que busca "evitar que se use la cajetilla para efectos de promoción de tabaco. Es un proyecto de ley destinado a proteger a los niños, con una cajetilla que cause rechazo, que sea menos atractiva", sostuvo Covarrubias.
La coordinadora destacó las medidas que se han implementado en el país y espera que se apruebe la iniciativa en el Congreso.
"Vamos por el camino correcto con las medidas siguiendo lo que está impulsando la OMS: ambientes libres, prohibición de la publicidad, aumento de impuesto al tabaco, advertencia en las cajetillas", dijo.
"Estas medidas son innovadoras y si se aprueban, Chile sería uno de los países con una legislación más moderna frente a las restricciones del tabaco. No nos podemos demorar 17 años más en bajar otros 10 puntos porcentuales cuando hay 16 mil personas que se mueren al año por enfermedades relacionadas al tabaco. Lo que estemos aprobando hoy día va a tener impacto en 10 años más", enfatizó.
Respecto a las críticas de los fumadores, la coordinadora de Chile libre de tabaco recalcó que "no se está prohibiendo fumar" y que más allá de lo individual "se debe tener una mirada colectiva de lo que queremos como país para la salud de la población".
Para Rodrigo Goycolea, académico de la escuela de Terapia Ocupacional de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central, la implementación de una ley es el camino correcto para disminuir el consumo de tabaco, aunque “la ley siempre da el mínimo, el resto va de la mano con la información y educación que se pueda entregar”, dice el terapeuta ocupacional.
“Las políticas restrictivas ayudan pero nunca serán la solución del problema de fondo, se necesitaría de una política mucho más transversal para solidificar su implementación, donde la educación es prioridad. Tenemos que darnos cuenta que las leyes entregan una mirada general de un problema”, indica Goycolea.
Sobre la posibilidad de discutir posibles restricciones al fumar en la vía pública lo observa como algo complicado pues “choca con las libertades individuales. Aunque se trata de una política que sí se ha aplicado en otros países, pero si la imaginamos en nuestro país sería muy difícil su fiscalización. Considero que se debería potenciar la educación antes que la sanción”, finaliza.
