Una denuncia presentada por una funcionaria del organismo que se desempeñaba como contadora pública y auditora de la subdirección de gasto y financiamiento y que según la denuncia presentada ante el mismo organismo había sido desvinculada de la entidad, acusa al director de la institución, el abogado Raúl García Aspillaga, de acoso laboral y sexual.
La funcionaria a contrata relató en la nota hecha llegar vía oficina de partes del Registro Electoral, una serie de hechos que ella asume tendrían caracter sexual. No opina lo mismo el presunto ofensor, quien denuncia que se trata de “una absoluta y total infamia”.
Los hechos, según la denunciante, se habrían desarrollado en diversas oportunidades y no solo al interior del lugar de trabajo. Según la mujer, García Aspillaga la habría hostigado y efectuado insinuaciones que estima reunen el carácter sexual. Lo anterior, asegura, amparado por ser su superior jerárquico.
Entre los hechos que aparecen asentados por la denunciante en el escrito presentado al Servel, describe que "en una ocasión en julio de 2017, García Aspillaga la habría invitado insistentemente a subir por las escaleras los 27 pisos de la Torre Centenario, en calle Miraflores, donde existen dependencias del Servel, a lo que ella se habría negado en un inicio, accediendo finalmente a la solicitud en razón de que éste era su jefe. Al concluir el ascenso, el abogado se le habría acercado y le habría puesto sus manos sobre el cuello para tomar sus pulsaciones, manteniendo un contacto físico que le habría sido incómodo y que la denunciante considera como una insinuación sexual", asegura La Tercera.
No habría sido la única oportunidad en que se habría sentido acosada. Relata que en otra oportunidad, ella se dirigía al metro Bellas Artes y se habrían encontrado en la calle. Él la habría obligado a acompañarlo desde Miraflores a su oficina en calle Esmeralda fuera del horario laboral y habría cerrado la puerta para conversar con ella a solas, echando del lugar a otros trabajadores que interrumpieron el encuentro. Además, detalla que frecuentemente pasaba a verla, pese a que ella no tenía rango jerárquico ni temas pendientes que abordar con él. La profesional concluye que existía en estas conductas un interés por generar situaciones propicias para un acercamiento impropio que ella no deseaba.
No se acompañaron pruebas o testimonios que avalen, por ahora, el relato de la trabajadora.
Sin embargo si pide citar a testigos de los presuntos hechos.
Por su parte el denunciado, justifica la motivación de la trabajadora en un ánimo de venganza por no haberle renovado el contrato laboral.
“La denunciante se trata de una ex funcionaria respecto de la cual este Director y a solicitud del jefe directo de la misma, decidió no renovarle su contrata a partir del 1 de enero de este año por mal desempeño. La denunciante solicitó reunión conmigo el 15 de diciembre del año pasado para solicitarme que revocara mi decisión de no renovarle su contrata y ante mi negativa a hacerlo decidió presentar denuncia”, dice García Aspillaga.
“Otro antecedente importante que confirma la infamia de esta denuncia lo constituye el hecho de que el 28 de diciembre recién pasado, un recientemente electo dirigente de una de las asociaciones de funcionarios y con quien la denunciante tenía una relación muy estrecha, ante mi negativa a cambiar mi decisión de no renovar contrata de la denunciante por mal desempeño, me amenazó con denuncia por acoso sexual. De lo anterior fueron testigos diversos funcionarios que estaban presentes. Le denuncia será investigada internamente y luego que se establezca la falsedad de los hechos imputados iniciaré acciones legales contra la denunciante”, denuncia García.
Quien deberá resolver el entuerto, por ahora, será el propio Servel.