El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile criticó la aprobación en la Convención Constitucional de la norma que permite la interrupción voluntaria del embarazo, asegurando que esta "es un gravísimo atentado a la dignidad de la persona humana y sus derechos fundamentales".
De acuerdo a lo señalado por la organización mediante un comunicado, en la iniciativa "no se establecen condicionamientos ni limitaciones a este derecho, ni se da un mandato al legislador para que lo regule por una ley, con lo cual queda abierto el camino para permitir el aborto a todo evento".
Señalar que la instancia fue firmado por el cardenal arzobispo de Santiago, Celestino Aós, el arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, y los obispos de San Bernardo, Copiapó y Chillán, Juan Ignacio González, Ricardo Morales y Sergio Pérez de Arce, respectivamente.
"Establecido el aborto como un derecho constitucional sin ninguna restricción, cualquier ley que pretenda regularlo puede ser declarada inconstitucional. De esta manera, podría darse el caso que fueran abortadas criaturas incluso de siete u ocho meses o a punto de nacer", añadió.
Asimismo,calificaron como "un hecho de la máxima gravedad" que el organismo determine "un derecho a decidir en forma libre y autónoma sobre el propio cuerpo, pero olvida y silencia del todo que en el vientre de quien está embarazada hay un segundo cuerpo, otro ser humano, que para quienes aprobaron la norma simplemente no existe".
"Se ha ido imponiendo en el país una mentalidad contraria a la vida de la persona ya concebida. Por eso llamamos a los chilenos a ser conscientes de esta triste dinámica, que tiene como corolario inaudito la incorporación del aborto libre nada menos que como un derecho constitucional", complementaron.
"De no cambiar esta decisión, la Convención Constitucional pone un obstáculo insalvable para que muchos ciudadanos den su aprobación al texto constitucional que se está elaborando", prosiguieron.
Igualmente, el comité lamentó "que la mayoría de los convencionales estén optando por polarizar el proceso constitucional con un tema tan significativo, en vez de ofrecer una propuesta en la que la mayor parte de los chilenos podamos reconocernos, más allá de nuestras legítimas diferencias, en torno a un proyecto compartido".