Una serie de medidas han sido tomadas por las isapres desde hace al menos un año, en medio del momento financiero más difícil que acusan a la industria, según ha dicho el mismo gremio. Creen que este escenario podría empeorar tras el fallo emitido a fines del mes pasado por la Corte Suprema, que ordena a las isapres aplicar la nueva tabla de factores a todos los afiliados y restituir los cargos en exceso.
Pero las isapres han estado tomando cartas en el asunto antes de que eso sucediera. Y precisamente isapre Cruz Blanca ha sido una de las más activas en este sentido. Una de las medidas que ha adoptado en el último año es reducir su dotación. Es más, este miércoles despidieron a casi todos los vendedores que quedaban en la isapre. “Hemos decidido prescindir del rol de fuerza de ventas”, dijeron desde Cruz Blanca.
Según cifras que Cruz Blanca consolida en sus estados financieros, A junio del año pasado contaba con 1.708 trabajadores y 721 vendedores, pero a junio de este año contaba con 1.042 trabajadores y 263 vendedores. Esto significa que en un año redujo su plantilla total casi a la mitad, quedando en 1.305 personas al cierre del primer semestre, esto supone una disminución del 46% respecto a la plantilla de 2.429 personas que registraba a igual fecha de 2021. En total, la isapre despidió a 1.124 personas en un año, donde 666 eran trabajadores y 458 vendedores.
Pero ahora la isapre ha estado despidiendo a más y más personas. Y en la fuerza de ventas, “ojalá fuéramos cien hasta ayer”, dijo el presidente del único sindicato de la firma, Marco Torres. Agregó que “desde la constitución de nuestro sindicato -abril de 2021- ha despedido al menos a 300 trabajadores. La empresa. Como estrategia sistemática ha despedido fuerzas de venta enteras, de Viña del Mar, Puerto Montt, Temuco, Antofagasta, Coyhaique y Castro, por ejemplo”.
También aseguró que durante la jornada de este miércoles se realizaron nuevos despidos en la fuerza de ventas, por lo que serían menos de un centenar en total. “Hoy (miércoles) están llamando a nuestros trabajadores, ofreciendo llegar a acuerdos en forma de despido: mutuo acuerdo o necesidad de la empresa. La fuerza de ventas es la que está siendo afectada por los despidos. No tenemos el recuento final, pero son más de una docena. Además, en nuestro sindicato hay 20 personas que son de esa zona y que actualmente están de licencia y no estamos seguros de qué va a pasar con ellos”, dijo Torres.
Hay que tener en cuenta que en una isapre sólo pueden vender planes de salud aquellos ejecutivos, gerentes o vendedores que estén inscritos en el registro de la Superintendencia de Salud. Y precisamente la fuerza de ventas con la que cuentan las isapres son las que en su mayoría están en dicho registro y se dedican exclusivamente a buscar proactivamente nuevos afiliados para incorporarse a la empresa. Pero solo en el primer semestre, la reducción que realizó Cruz Blanca en vendedores fue de 81,5%, al pasar de 539 en diciembre de 2021, a 263 a fines de junio. Ahora serían menos de cien, según aseguraron desde el sindicato.
Bajo este escenario, al despedir a casi la totalidad de su fuerza de ventas, la isapre no estaría buscando aumentar su cartera de afiliados, ya que eso significa en la práctica que no habrá vendedores buscando clientes de manera proactiva. En todo caso, los planes de salud se seguirían ofreciendo a través de sucursales o en línea en su sitio web, cuando lo solicite cada afiliado directamente. Y también a través de los vendedores que quedan en la empresa, aunque es en un número mucho menor.
De hecho, Cruz Blanca es la isapre que ha disminuido el número de beneficiarios (la suma de cotizantes y cotizaciones) en lo que va del año, de los 674.966 (410.390 cotizantes y 264.576 cotizaciones) que tenía en diciembre del año pasado, a 635.073 ( 388.408 cotizantes y 246.665 cobros) a octubre de este año. Esto equivale a una disminución de 39.893 beneficiarios (-21.982 cotizantes y -17.911 cobros) en diez meses.
Desde la isapre indicaron que “las funciones de venta, mantenimiento o modificación del plan de salud se seguirán desarrollando en nuestras sucursales ya través de la sucursal virtual, sin afectación a los afiliados”.
Desde la compañía explicaron que “como es de público conocimiento y como hemos manifestado en diversas instancias, Isapre CruzBlanca -así como el sector en su conjunto- atraviesa una crisis financiera sin precedentes que compromete su sostenibilidad, como consecuencia de diversos factores regulatorios. y asuntos legales fuera de la responsabilidad de la empresa”.
Agregaron que “en Cruz Blanca hemos redoblado esfuerzos administrativos para contener esta crisis, adoptando un plan de eficiencias que abarca toda la cadena de valor de la empresa y nuestro controlador ha realizado aportes de capital consecutivos para sostener la operación de la isapre, sin embargo estos esfuerzos han no ha sido suficiente
También señalaron que “esta crisis se ha agravado tras la última normativa adoptada para el sector, por lo que nuestra operación es deficiente, lo que nos obliga a tomar decisiones dolorosas que impactan a nuestros colaboradores con el único objetivo de seguir protegiendo el servicio que nos hemos comprometido con nuestros afiliados y el país”.
Y dijeron que, “debido a lo anterior, hemos decidido prescindir del rol de fuerza de ventas, lo que ha implicado la salida de algunos de nuestros colaboradores, a quienes agradecemos su trabajo. El proceso se ha desarrollado en el marco de la normativa vigente”.
Cruz Blanca es la isapre que suma más trimestres consecutivos de pérdidas: desde junio de 2020 no deja de perder y encadena así diez trimestres consecutivos de pérdidas. En 2020 perdió $2.381 millones, en 2021 sus pérdidas fueron de $12.869 millones, y durante este año registra pérdidas más del triple que el año pasado. Además, es la segunda isapre con mayor siniestralidad (101,2%).
La isapre es controlada desde 2014 por el grupo inglés Bupa (British United Provident Association) y solicitó en marzo activar el mecanismo de resolución de disputas, tal como lo establece el TLC firmado entre el Reino Unido y el gobierno de Chile, porque creen que era derogada de facto la tabla de factores en el país tras sentencias de última hora de la Corte Suprema. Eso sí, esto se hizo antes de que el máximo tribunal emitiera su última sentencia a finales de noviembre. Además, también extendió dicha pretensión a la adecuación de los planes de salud.