Personal de la Brigada de Homicidios de la PDI detuvo en sus domicilios particulares a Juan Solís y Robert Sepúlveda, carabineros dados de baja hace una semana.

Ambos hasta hace cinco días pertenecían a la 57 Comisaría Motorizada de La Florida y eran sospechosos de ser los autores de un tiroteo en contra de personas que se encontraban manifestándose en La Florida el lunes 27 de abril.

El fiscal regional metropolitano oriente, Manuel Guerra, anunció que ambos expolicías serán formalizados como coautores del delito de homicidio frustrado reiterado en contra de las 10 personas que se encontraban esa noche en la intersección de las calles Vicuña Mackenna y Trinidad.

Pese a estar identificados y que habían sido dados de baja, el Ministerio Público estaba a la espera del resultado de peritajes balísticos que determinaran que ambos excarabineros habrían percutado armas la noche en que mientras se trasladaban en un vehículo -sin placa patente- dispararon a un grupo de personas quienes se manifestaban en contra de la policía durante esa jornada en que se conmemoraba el aniversario de Carabineros. Las víctimas resultaron con diversas lesiones, aunque todos están fuera de riesgo vital.

Los exuniformados serán formalizados en el Centro de Justicia de Santiago. En la audiencia se exhibirán las pruebas reunidas en estos días contra los exintegrantes de la 50 Comisaría. La Fiscalía Oriente pedirá su prisión preventiva y se detallarán las pruebas existentes en contra de ambos. Principalmente se dará cuenta de las declaraciones de testigos, el trabajo de la Sección de Investigación Policial de Carabineros que los identificó y los peritajes balísticos del Lacrim de la PDI que dan cuenta de residuos de nitrato en las manos de ambos imputado, lo que determina que esa noche ocuparon armas.

En investigación está además el presunto estado de ebriedad en que protagonizaron este tiroteo, pero como no iban conduciendo el vehículo en que se trasladaron esa noche no existe alcoholemia a su respecto. El Ministerio Público indaga la participación de un tercer sospechoso quien manejaba el vehículo esa noche.

Declaraciones contradictorias allegadas al expediente del Ministerio Público hicieron que, en un principio, ambos quedaran libres a la espera de prueba científica que permitiera realizar las imputaciones que hoy se concretarán ante la justicia. Solís y Sepúlveda arriesgan pena de hasta 15 años de cárcel.