El ministro de Justicia, Luis Cordero, abordó esta mañana el nuevo antecedente en la polémica por los beneficios de visita y videollamadas otorgados por el juez Daniel Urrutia a reclusos de la Cárcel de Alta Seguridad: entre ellos hay un narcotraficante con quien comparte abogado. “Podría generar una hipótesis de conflicto de interés”, reconoció el secretario de Estado.
De acuerdo Ex-Ante, el magistrado otorgó beneficio carcelario de visita íntima con su pareja a Rafael Marín Vielma, que también tuvo como defensor al jurista Carlos Quezada Orozco.
Quezada defiende a Urrutia en diversas querellas y denuncias por amenazas y calumnias en su contra.
El ministro Cordero advirtió este miércoles en Radio Universo que, debido al cargo que ocupa, lo que le importa es, primordialmente, garantizar la máxima seguridad del establecimiento.
“Algunas de esas comunicaciones permitidas son precisamente las que se buscan evitar en la máxima seguridad (…). Yo me quiero seguir focalizando, porque lo que creo que no corresponde en estos momentos, es que esto sea una disputa con un juez con nombre y apellido“, añadió.
En esa línea, señaló que el atributo central de la función jurisdiccional es la independencia judicial y eso es lo que justifica reconocer la inamovilidad a un juez: “Por eso los estándares que le exigimos a los jueces para el desempeño de su nivel jurisdiccional deben ser mayores o superiores a las de cualquier otro funcionario público“.
Consultado por lo publicado sobre Quezada, el ministro señaló que “al menos pone en riesgo la condición de independencia“.
“Para evaluar en concreto un caso de conflicto de interés, yo creo que es conveniente tener todos los antecedentes, pero es evidente que hay un principio que podría generar una hipótesis de conflicto de interés“.
Luego, si bien aclaró que considera conveniente que la situación la despejen tanto el juez Urrutia como su abogado, también señaló que le “parece inconveniente, por el contexto en el que estamos y por la naturaleza de la función jurisdiccional“.