IMÁGENES DE TVN
Durante las primeras horas de esta madrugada, quedó en libertad el ex brigadier del Ejército, José Zara, que fue identificado años atrás como uno de los responsables por el asesinato del ex comandante en jefe de la misma institución, Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert.
Zara Holger de 81 años, llegó esta madrugada a su casa en la comuna de Las Condes trasladado por parte de su familia desde la cárcel de Punta Peuco en Til Til.
El asesinato del general Prats y su mujer
El hecho ocurrió en septiembre de 1974, mientras Prats iba con su esposa por Buenos Aires y fueron víctimas de un atentado con coche bomba. Sin embargo, no fue hasta el 13 de julio del 2010 en que Zara comenzó su condena en Punta Peuco.
El brigadier (r) fue uno de los miembros del comando que planeó y ejecutó el asesinato del general Prats y Sofía Cuthbert en la capital trasandina, un año después del golpe de Estado.
Prats había ocupado un rol clave en la política chilena durante el gobierno de Salvador Allende. Había sido ministro del mandatario socialista. El mismo Prats había recomendado a Allende designar a Pinochet como su reemplazante en el mando del Ejército.
Tras el golpe de Estado de 1973, que derrocó al mandatario socialista y llevó a Augusto Pinochet al poder, Prats se exilió en Argentina, residiendo en la capital porteña junto a su esposa. Allí vivía con discreción, pero bajo constante preocupación por su seguridad debido a su perfil político y militar.
La pareja se encontraba en su domicilio del barrio Belgrano, en Buenos Aires, cuando ocurrió el ataque.
Los asesinos, integrantes del comando de la DINA, habían colocado un artefacto explosivo en su automóvil, un vehículo Toyota estacionado frente a su casa. El objetivo era eliminar a Prats como parte de la política represiva del régimen de Pinochet hacia opositores exiliados.
La bomba fue activada a distancia cuando la pareja se disponía a salir en su vehículo para realizar sus actividades cotidianas. La explosión fue inmediata y letal: Carlos Prats murió al instante, mientras que Sofía Cuthbert también falleció a consecuencia de las graves heridas provocadas por la detonación.
Le ofreció corvos acerados a Pinochet
José Zara saltó a la fama cuando en 1988, con uniforme de campaña y días antes del plebiscito nacional del Sí o No ofreció al General Pinochet los corvos acerados de su ejército, haciendo un gesto físico y político amenazante hacia los opositores de la dictadura militar.
El gesto físico era claro: se pasó la mano por el cuello en ese discurso. El corvo fue una arma muy utilizada por el ejército chileno en la guerra contra Bolivia y Perú en 1879.