Un 38% aumentaron las denuncias de maltrato entre estudiantes durante el primer semestre del año en comparación al mismo periodo de 2017.
Las cifras de la Superintendencia de Educación revelaron que se han registrado 1.599 denuncias por maltrato físico (978) y psicológico (621). Respecto a las acusaciones de daño corporal, éstas registraron un alza de 41%.
“La convivencia escolar es fundamental para lograr un buen proceso de enseñanza-aprendizaje, es por eso que, como Superintendencia de Educación, estamos preocupados por lograr ambientes de buen trato, comenzaremos con esta capacitación en colegios de la Región Metropolitana, para luego extenderlo a regiones”, dijo Sebastián Izquierdo jefe de la entidad.
Los antecedentes respecto al maltrato físico y psicológico por parte de los alumnos se dieron a conocer en el marco del lanzamiento del Primer Programa de Gestión Colaborativa de Conflictos, en el que participarán cerca de 200 establecimientos educaciones de la Región Metropolitana y que busca dar mejor respuesta y tratar de evitar este tipo de situaciones. Para ello se contempla la capacitación de los encargados de convivencia escolar, equipos de gestión y profesionales que resuelven los conflictos entre estudiantes.
El ministro de Educación, Gerardo Varela, aseguró, en tanto, que “debemos buscar, en conjunto con las comunidades educativas, una instancia de promoción de la buena convivencia, para adelantarnos a los casos de bullying y maltrato que puedan ocurrir en los establecimientos educacionales”.
Varela también se refirió al proyecto de ley presentado por el senador Jaime Quintana (PPD) que busca eliminar las notas de primero a cuarto básico.
“Todo proyecto que contribuya a mejorar la calidad le pondremos atención. Lo veremos con interés (…). Quisiera ver cuál es la evidencia que avala que sin nota se pueden lograr mejores resultados”, dijo Varela.
Cabe recordar que Quintana apoyó la idea asegurando que “la experiencia comparada muestra que para llevar calidad al aula es necesario evaluar cualitativamente. Las notas agobian a estudiantes y padres. El mecanismo de calificación y promoción que tiene Chile no contribuye en nada en la calidad educativa”.