El parlamentario miembro de la comisión de derechos humanos del Senado, señaló que los nuevos vehículos policiales que llegaron al puerto de San Antonio, son una mala señal, pues llegan en un momento de cesantía y hambre. El senador solicitó la certificación del Instituto de Salud Pública antes que los carros entren en operación.
El senador Alejandro Navarro (PRO) se refirió a la nueva dotación de vehículos policiales que llegaron a nuestro país en la madrugada de este martes.
Según el parlamentario por la región del Biobío, “el costo de estos elementos represivos de Carabineros es de 400 millones de pesos por cada carro lanza aguas. Claramente no son momentos para poder invertir en este tipo de elementos, habiendo hambre y cesantía en la población. Si se realizaron compras en 2019, las prioridades del país en medio de la pandemia son otras y, por lo tanto, estos contratos deben ser anulados o suspendidos. No es el momento”.
El senador integrante de la comisión de derechos humanos, nacionalidad y ciudadanía del Senado, emplazó al Ministro del Interior, Gonzalo Blumel, y al Director General de Carabineros, Mario Rozas, a aclarar si dentro de las compras efectuadas se incluyeron equipos de ultra sonido.
Con todo, Navarro instó a la Contraloría General de la República y al Instituto de Salud Pública a certificar las nuevas adquisiciones, para que “los carros lanza aguas y también los carros ultra sonido, tengan el cumplimiento de las normas sanitarias y de las normas internacionales, porque sabemos de su letalidad. Hemos visto cómo operan y el grave daño que provocan. Si no cumplen las certificaciones, estos carros no podrán funcionar”.
“Deben tener certificación, porque el ultrasonido, como lo han ratificado todos los expertos, provoca daño a la salud y puede provocar daño no solo a los manifestantes sino también a las personas, a las casas y departamentos porque el ultra sonido traspasa esas barreras”, explicó el legislador.
Finalmente, el fundador del Foro Latinoamericano de Derechos Humanos (FOLADH) argumentó que “la situación es grave y tiene que ser asumida por el gobierno. Carabineros tiene una reforma pendiente. La modernización de Carabineros no es traer carros nuevos lanza aguas, zorrillos o de ultra sonido. Se requiere un cambio radical en el modo de organizar Carabineros, pues hay gravísimos problemas en esta institución”, cerró.