El ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, explicó en Cooperativa los aspectos fundamentales de la indicación que ingresará el Gobierno en los próximos meses al proyecto que modifica el Código de Aguas, y aseguró que estos derechos continuarán siendo indefinidos, pero no "perpetuos", como se comprendió el fin de semana sobre la base de información de prensa.
En conversación con El Diario de Cooperativa, el secretario de Estado criticó la publicación del diario Pulso que planteó dicho concepto: la perpetuidad de los derechos de agua; lo que provocó revuelo entre parlamentarios.
"No estamos cambiando nada de los derechos de agua tal como rigen hoy día. Los derechos de agua hoy día son de duración indefinida, cosa que mantenemos, y que también mantenía para los derechos ya otorgados la propuesta que hacía el Gobierno de la (ex) Presidenta Bachelet y que está hoy día en el Senado", dijo el ministro.
"La propuesta de la (ex) Presidenta Bachelet era ponerle un límite de 30 años (a los derechos de agua) y nosotros, en lugar de eso -porque creemos que esa es una manera poco adecuada de asegurar que el agua se use de forma responsable, que es el principal problema que tenemos en Chile- lo que hacemos es que se mantiene el mismo régimen actual, de duración indefinida, pero se cobra a través de un sistema de licitación a quien solicite un derecho de agua a la Dirección General de Aguas", explicó el ministro.
Reforma apunta a la seguridad hídrica
El titular de Obras Públicas señaló además que el tema de los derechos de agua indefinidos no es lo principal de la reforma, si no que apunta al problema de la seguridad hídrica"Esta polémica está basada simplemente en un error de interpretación, y lo que estamos haciendo es una reforma que va mucho más allá de este tema de la seguridad jurídica de los derechos de agua, que no es el principal problema que tenemos hoy en Chile. El principal problema que tenemos hoy en Chile es la falta de seguridad hídrica, no jurídica, y a eso es donde apunta nuestra propuesta", enfatizó.
Para Fontaine, en la opinión pública "se concentra el debate en un punto menor de la reforma, (pero) mucho más importante que eso son todos los incentivos que estamos dando para un uso responsable del agua, para priorizar el consumo humano y para darle al Estado instrumentos que permitan planificar el uso del agua y en consecuencia regularlo mejor", enfatizó Fontaine.