La Terapia Asistida con Animales (TAA) es una forma de novedosa, en nuestro país, de realizar intervenciones, en diversos ámbitos, tanto de la salud mental, física y de la rehabilitación social, para mejorar la calidad de vida de las personas.

 

Su eje principal es el que se realiza con perros, sin desconocer lo amplio de la utilización de caballos y de otros animales.

 

Siendo realizada por muy pocas instituciones, la mayoría Organizaciones No Gubernamentales, la ejecución del trabajo se construye desde el esfuerzo colectivo, siendo el aporte estatal escaso.

 

Además, el reconocimiento de los sectores de poder es reticente, al desconocer su alcance y desconfiar de la forma de la aplicación. Es claramente una terapia innovadora y vanguardista.

 

Es por esto que, con más fuerza después de implementada la Ley de Tenencia Responsable, la Ley Cholito, no han sido pocos los grupos que han buscado defender el dominio de la crianza de perros y de todos los procesos posteriores que encierra.

 

Así, la TAA ha sido vista con interés, por consistir en perros de raza, en su mayoría, o por solo consistir en el trabajo de perros entrenados.

 

 

Un experto en la materia, Raúl Varela Vial, creador y director ejecutivo de la Corporación Junto a Ti, entregó algunas apreciaciones respecto a esta materia.

 

“Es una tendencia que está creciendo en Europa, dirigida a chicos con déficit atencional, que tartamudean o que tienen algún tipo de timidez patológica”, dice Raúl Varela, cuya institución desarrolla su trabajo en torno al autismo y discapacidad en general.

 

El técnico en Terapias Asistidas con Animales agrega que la “canoterapia” ayuda a generar estimulación; promueve mejoras en el funcionamiento cognitivo y facilita el aprendizaje a través de una interacción ajena a críticas.

 

“Pero actualmente nos preocupa qué pueda pasar en adelante debido a la esterilización temprana de cachorros que obliga la Ley Cholito, dado que la selección de perros para este tipo de terapias se realiza en base a características físicas y de temperamento canino, las que se expresan a medida que se alcanzan la madurez sexual”, señala Varela.

 

“Además de la escasa variedad de razas, aplicar el Art. 25 de la Ley significará el descarte de una porción importante de ejemplares, puesto que, si bien los perros se entrenan para lograr hábitos, sabemos que la gonadectomía puede generar distintos tipos de fobia, entre ellas, al ruido, así como el incremento en la agresividad de las hembras, miedo o ansiedad en ambos sexos, específicamente lo contrario a lo que se necesita”, agrega.

 

 

Sin embargo, no todas las organizaciones que realizan este tipo de intervenciones opinan igual.

 

Paola Núñez es sicóloga, entrenadora de perros de asistencia profesional y además es la presidenta de la ONG Corporación Trapëm, institución que realiza TAA con perros, cuyo enfoque son los jóvenes infractores de ley y los niños, niñas y adolescentes que se encuentran en instituciones del Sename.

 

Sobre lo que es la TAA, Paola Núñez aclara: “Para las TAA lo esencial es el temperamento del animal, el cual debe estar disponible para el vínculo con el humano y jamás generar alguna respuesta de agresión. Las necesidades de la o el paciente y el objetivo terapéutico determinados por el terapeuta, son el sustento que genera los criterios de selección del perro; los que en primer lugar, se basan en su temperamento, y luego, en otras características como tamaño, pelaje, color, etc. Tras la selección por temperamento, la clave está en la preparación del animal en cuanto a la estimulación, desensibilización y entrenamiento, ya que desde lo más temprano de su vida se le entregará el máximo de experiencias para que se desarrolle saludablemente en términos emocionales”, enseña.

 

“Existen razas con mayor disposición al entrenamiento, pero la experiencia internacional da cuenta de que cualquier perro con un temperamento adecuado puede prestar servicios para el bienestar humano. En Brasil existe una institución (INATAA) que trabaja con perros llamados “vira lata” o nuestros perros en situación de calle, los cuales tras pasar los criterios de selección en base a temperamento y salud compatible, pueden cumplir con sus labores”, dice sobre la selección del perro de terapia.

 

Al referirse al problema que encerraría la esterilización de los perros a temprana edad, la sicóloga asegura que “la esterilización no es un problema en sí mismo, ya que un perro de trabajo para TAA idealmente debe estar esterilizado para evitar enfermedades, disminuir conductas indeseadas de la esfera sexual como marcaje, interés por el sexo opuesto, agresividad territorial, entre otras. La única objeción para la esterilización temprana es el desarrollo y salud del cachorro a futuro, para lo cual se deben incluir al debate investigaciones amplias respecto a distintas razas y resultados de países como Australia cuya implementación lleva años”, finaliza.

 

Para el veterinario José Inostroza la situación de la esterilización temprana debe ser vista según las razas utilizadas para el trabajo de TAA.

 

"Se debe considerar que los estudios a nivel internacional realizados en Pastor Alemán, Golden Retriever y Labrador Retriever indican graves problemas ortopédicos al realizar la gonadectomia temprana, es decir, antes de que finalice su madurez zootécnica (18 meses). Esto se traduce en displasia de caderas y/o codos lo que afectaría el trabajo que ellos realizan con los niños, debido al dolor que les causa esta patología", explicó.

 

"Junto con esto el incremento en la presentación de ciertos cáncer, descrito principalmente el osteosarcoma. Cabe mencionar que esta restricción mencionada en la ley 21.020 debería ser estudiada y excluir a estos perros que prestan un servicio tan importante para nuestra sociedad", indica.

 

Pero, al referirse a la forma en que este tipo de determinaciones deben ser tratadas recomienda que "deberían ser llamados a mesas de dialogo los integrantes de estas instituciones que realizan este trabajo. Lo anterior dado que en Chile estas son las principales razas usadas en asistencia, sin embargo, en otros países son muchas utilizadas, que han sido seleccionadas dado su carácter", finaliza Inostroza.

 

La sensación que queda es que la idea de que son principalmente seis las razas de perros elegidas para ser entrenadas para el trabajo terapéutico, el Labrador Retriever, el Golden Retriever, el Galgo, el Poodle, el Pastor Alemán y el Pastor Suizo, es una realidad que fácilmente podría quedar en desuso o en cuestionamiento.

 

Lo mismo correría para la esterilización a temprana edad.