Dos nuevos testigos declararon la mañana del viernes en el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar por el crimen de Nibaldo Villegas. En los relatos situaron a Johanna Hernández y Francisco Silva en el mismo lugar donde se hallaron restos del profesor asesinado e incluso los vieron besándose.
El primero en subir al estrado fue Exequiel Castillo, quien llegó hasta la playa Las Docas (sector Laguna Verde) junto a su amigo Juan Pablo Herrera para pescar en la zona. En ese lugar se encontraron con Silva y Hernández a eso de las 07:00 horas del 10 de agosto de 2018.
Según su relato, Silva se encontraba junto a una enorme fogata, de unos 3 metros de altura, donde arrojaba “con mucha energía” elementos desconocidos, con la “intención de que todo se quemara”.
Cerca de él, en el interior de un vehículo, en el asiento del copiloto, con la puerta abierta, vio a Johanna Hernández, quien fumaba insistentemente.
El olor “particular” y la extensión de la fogata llamó la atención de los pescadores, quienes miraban el actuar de ambos imputados desde lejos, mientras tomaban desayuno y esperaban que saliera el sol.
“(La llama) era del porte de un automóvil”, detalló luego Juan Pablo Herrera, quien también declaró esta mañana en el tribunal. El testigo sostuvo que incluso “echaron la talla”, por el tamaño del fuego y precisó que se acercaron a los acusados para preguntar qué tal era la pesca en el sector.
Minutos después se alejaron de ellos, pero continuaron observándolos cuidadosamente, ya que les parecía sospechosa la actitud de ambos, quienes siempre les dieron la espalda.
Fue en ese instante en que vieron a Johanna bajar del automóvil para besar y abrazar a Silva.
Minutos más tarde abandonaron el sector y se fueron a pescar. Cuando volvieron -una hora después- Silva y Hernández ya habían abandonado la fogata, por lo que aprovecharon de capear el frío alrededor de ésta.
En su interior se percataron que había un cuchillo carnicero, con mango de fierro, el que movieron con el pie, pues lo consideraron llamativo.
“Era raro que lo trataran de quemar”, aseguró Exequiel.
Además, encontraron un recipientes de sushi, la misma comida que compartió Johanna con Nibaldo antes de su muerte.
Ambos testigos se tomaron selfies junto a la fogata para enviárselas a sus esposas y para mostrarles su día de pesca. Dichas imágenes sirven ahora como prueba, pues en éstas se ven los detalles precisados por ambos testigos.
Tal como mencionó el subcomisario de la Brigada de Homicidios (BH) y perito de la PDI, Gabriel Alarcón, precisamente en una fogata en la playa Las Docas se encontraron restos óseos de la cabeza y mandíbula del fallecido.
Asimismo, sostuvo que en ese mismo lugar habría sido descuartizado Nibaldo Villegas y no en su domicilio como señalaron los imputados.
“Laguna Verde ofrece espacio abierto, cerrado, camino, nula gente transitando que le permitiese tener acciones violentas con el cuerpo”, dijo durante su declaración.