Oh I'm just counting

Tres años del Gobierno: Un nuevo aniversario con sabor amargo. Por Jorge Muñoz, Cientista Politico

Este 11 de marzo se cumple el tercer aniversario de la administración de Boric por lo que aparece como natural un ejercicio de evaluación de la gestión gubernamental a partir de la evaluación ciudadana sobre la gestión presidencial que habla de un apoyo que fluctúa entre 28%/30% y con una desaprobación mayoritaria que supera el 60% de acuerdo a las encuestas.

Adicionalmente este tercer aniversario se realiza en un marco de crisis ministerial con la renuncia de la ministra de Defensa Maya Fernández producto de la inconstitucionalidad generada por la fallida venta de la casa de su abuelo Salvador Allende y además, renunció el poderoso jefe de asesores del segundo piso presidencial el exdiputado Miguel Crispi, en el día previo del aniversario.

Estas renuncias reflejan las debilidades de gestión que ha mostrado esta administración en estos 3 años, muchas fallas ministeriales en diversos ámbitos de la administración desde el primer día que partió con la desordenada visita de la ex ministra del Interior Izkia Siches a Temucuicui que anticipó permanentes y recurrentes fallas de gestión de ministros/as que han caracterizado a este gobierno.

Han sido largos tres años, el primero caracterizado por el fracasado plebiscito constitucional donde el 62% de la ciudadanía rechazó la fórmula constitucional que había avalado el gobierno, lo que generó un escenario desfavorable desde ahí tanto en la sociedad como en el Parlamento a las propuestas gubernamentales, en especial en sus fracasadas reformas estructurales que marcaban su programa original de gobierno.

Después se ha tenido una gestión política centrada en salir del acoso en el tema del incremento de la inseguridad ciudadana, el avance del crimen organizado y la muestra de debilidades de las policías ante los grupos delictuales.

También ha estado a la defensiva en materia de crecimiento económico, responsabilidad y cuentas fiscales ya que la economía post pandemia ha debido ajustarse tanto del punto de vista fiscal, en materia de inflación y en materia de crecimiento. El Consejo Fiscal Autónomo ha expresado su preocupación por el alto déficit, los problemas de recaudación en función de los ingresos fiscales proyectados y el alto nivel de deuda pública que ya llega al 42% del PIB.

De hecho, en la agenda 2025 estará en el tapete el recorte fiscal propuesto por Consejo Fiscal Autónomo de US$ 1.500 millones, lo cual es una cuestión muy compleja ya que en enero se realizo una rebaja de US$ 700 millones al presupuesto 2025 según lo acordado en noviembre 2024 en la tramitación parlamentaria.  Un nuevo recorte fiscal es rebajar beneficios sociales para las familias más vulnerables y significaría recortar gasto social lo cual aparece complejo para un gobierno que se definió como “progresista”.

Ser minoría desde el plebiscito constitucional ha sido un hándicap continuó para la gestión gubernamental y no ha logrado encontrar un punto de equilibrio en su relación con la oposición de derechas como de ultraderecha, aunque haya logrado avances como fue legislar el Royalty a la gran minería de cobre y donde parte importante de esos recursos se destinarán a Fondos de Innovación en Gobiernos Regionales como un Fondo de Equidad Territorial que mejore las arcas de los municipios más dependientes del Fondo Común Municipal, pero en el Acuerdo Previsional de enero finalmente terminó consolidando el cuestionado modelo de capitalización individual y el rol predominante de las AFP’s.

Sin embargo, lo ocurrido en el caso de Manuel Monsalve y la denuncia de violación realizada por una asesora de su gabinete es un hecho que marcará a la mala gestión de esta administración porque finalmente un gobierno que se definía feminista termina involucrado en un caso dramático de violencia sexual.

Diversos analistas destacan que a pesar de las fallas de gestión este gobierno mantiene un apoyo ciudadano del 30% que ha sido incombustible en estos tres años, lo cual no es un mal resultado si se compara con la administración Piñera 2 donde desfonde gubernamental llegó a niveles de apoyo de solo 8%.

Pero es claro que este tercer aniversario gubernamental queda marcado por la renuncia de la Ministra de Defensa y del jefe de asesores presidenciales que una vez más muestran las recurrentes debilidades de una gestión mediocre que ha caracterizado a esta administración.