Oh I'm just counting

‘Y la gente se quedó en casa...’, el poema de la pandemia que triunfa en las redes en Italia, España y en el mundo

“Y la gente se quedó en casa. Y leía libros y escuchaba. Y descansaba y hacía ejercicio. Y creaba arte y jugaba. Y aprendía nuevas formas de ser, de estar quieto. Y se detenía. Y escuchaba más profundamente. Algunos meditaban. Algunos rezaban. Algunos bailaban. Algunos hallaron sus sombras. Y la gente empezó a pensar de forma diferente”. Es la primera estrofa de un poema en prosa que está circulando en las redes sociales en castellano, tras hacerse viral en inglés y convertirse también en un fenómeno en italiano.

Lo reescribió una antigua maestra y asistente espiritual en hospitales y hospicios Kitty O’Meara en su blog The Daily Day. Y es, por tanto, un poema fechado en 1800 durante una epidemia de peste, como se ha señalado en algunos de los infinitos mensajes que llegan estos días a los celulares.

Es verdad que al descubrir que no tiene dos siglos pierde su halo de misterioso presagio y el componente asombroso de vernos reflejados en el pasado. Pero no deja de ser un fenómeno solo posible en un mundo interconectado como el actual que permite tanto el viaje vertiginoso de un poema, como la expansión mundial de un coronavirus.

La propia autora, que vive retirada con su pareja en el campo en EE UU, expresa así su sorpresa en su blog: “Comencé con una breve publicación en mi página de Facebook, y se volvió viral, un término irónico mientras estamos luchando juntos contra una pandemia. Lo que ha venido después ha sido, en algunos momentos, algo abrumador, una bendición, un desafío, algo confuso y también completamente lleno de alegría”.

Aficionada a la literatura, compuso el texto con la llegada de la pandemia al preocuparse por “sus antiguos compañeros de trabajo y por toda la gente de la Tierra” .

El texto, corto y sencillo, comparte características con la literatura de Internet, ahora tan en boga, con un contenido que trata de motivar al lector y un final esperanzador que remite a los textos de autoayuda, otro de los géneros pujantes en tiempos de cuarentena. 

La composición completa dice así:

“Y la gente se quedó en casa. Y leía libros y escuchaba. Y descansaba y hacía ejercicio. Y creaba arte y jugaba. Y aprendía nuevas formas de ser, de estar quieto. Y se detenía. Y escuchaba más profundamente. Algunos meditaban. Algunos rezaban. Algunos bailaban. Algunos hallaron sus sombras. Y la gente empezó a pensar de forma diferente.

Y la gente sanó. Y, en ausencia de personas que viven en la ignorancia y el peligro, sin sentido y sin corazón, la Tierra comenzó a sanar.

Y cuando pasó el peligro, y la gente se unió de nuevo, lamentaron sus pérdidas, tomaron nuevas decisiones, soñaron nuevas imágenes, crearon nuevas formas de vivir y curaron la tierra por completo, tal y como ellos habían sido curados".