Oh I'm just counting

"Algo huele mal en Cañete" o porqué un avezado guerrillero se entrega sin resistencia en 48 segundos a cuatro agentes PDI:"El único que estaba enterado de su detención era Héctor Llaitul. Simplemente se entregó" dice exministro de Justicia

Foto: Restaurant El Viajero de Cañete con la pintura de una machi en su muralla

 

Por Alfredo Peña R.

Fue fácil reportear los hechos. La mayoría de las fuentes son abiertas. Han salido en la tele o es cuestión de ratificar lo que han dicho en estas últimas horas y buscar algunos detalles...

El título no es muy original. “Algo huele mal en Dinamarca”, es la frase más recordada del drama de Williams Shakespeare, de 1601, ante el envenenamiento del Rey Hamlet a manos de su propio hermano Claudio, quien asume como soberano y se casa con reina Gertrudis, madre del homónimo príncipe, protagonista de la tragedia, joven empeñado en desvelar el origen de la putrefacción. La frase fue pronunciada por Marcelo, un guardia del palacio del Rey Hamlet.

Lo cambiamos por "Algo huele mal en Cañete" una pequeña comuna de la región del Biobio que tiene cerca de 35 mil habitantes. En esa comuna, fue detenido el líder de la Coordinadora Arauco Malleco, la CAM, Héctor Llaitul este miércoles a las 13 horas, en medio de preguntas sin respuestas, o de situaciones muy poco claras.

Son tantas las interrogantes, que nos atrevimos a colocar este título de la tragedia hamletiana.

Héctor Javier Llaitul Carrillanca va a cumplir 55 años. Ha tenido una intensa vida por defender sus ideas. Estudió en la Universidad de Concepción, Trabajo Social.

Muy joven se integró como militante en las filas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, (MIR), y posteriormente durante la dictadura, Llaitul se enroló como combatiente del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), grupo que sirvió de brazo militar del Partido Comunista de Chile en su lucha contra la dictadura.

Llaitul es definitivamente un guerrillero. Es avezado, inteligente. Conoce todas las formas y el trabajo de una guerra insurgente. Fue preparado y entrenado para ello. Fuera de Chile fue entrenado e hizo su "práctica" en la dictadura civíco-militar que encabezó Pinochet. Aprendió y sobrevivió de la persecución de los grupos de exterminio de la dictadura. 

Obviamente usó "los fierros" como él mismo lo describió hace menos de un mes, para referirse a las armas que son compradas con la venta de la madera que roban o expropian de los campos del sur.

Llaitul huele el peligro. Se esconde y actúa sobre seguro.

En el lanzamiento de su libro en la comuna de Peñalolén, hace poco más de un mes, llegó, según testigos, con seis personas, que serían sus guardaespaldas. Tres dentro del lugar donde se realizó el evento y tres fuera del lugar, rodeándolo.

Cañete y la cocinería "El Viajero"

Cañete es una de las ciudades más antiguas de Chile y muy cerca del centro de la ciudad se desarrolló la Batalla de Tucapel y se produjo la muerte de Pedro de Valdivia.

Y este miércoles, Cañete se transformó en trending topic o tendencia nacional porque en el centro de esta ciudad, fue detenido Héctor Llaitul, el chileno-mapuche más buscado por las policías.

Un amigo de este cronista que vive en Cañete, me aseguró que Llaitul se veía tarde, mal y nunca en la ciudad. Y cuando se ve, se nota."Anda en una gran camioneta, no conduce y en el interior del vehículo lo acompañan tres hombres jóvenes en actitud de vigías. Y es habitual que lo antecedan y lo precedan otras dos camionetas con otros "amigos de Llaitul".

Por eso es que "algo huele mal en Cañete".

A eso de las 13 horas, el guerrillero y la persona más buscada de Chile, según testigos, estaba sólo en una mesa en el restaurant-cocinería "El Viajero". Sólo una persona asegura que lo vio con otra persona. Llaitul se sentó muy cerca de una pintura de una machi que está colgada en una de las murallas de la cocinería de comida casera.

"El Viajero" está a 100 metros de la comisaría de Cañete. No existe cuartel de la PDI. Y también está a 80 metros de la plaza de Armas de Cañete. Es como estar en la boca del lobo...

Llaitul estaba tranquilo. No estaba nervioso. Como si esperará a alguien. Veía su teléfono. No estaba en actitud de vigilante por si llegan "los chanchos" como le llama a los carabineros y gendarmes. Menos estaba preocupado de los que él mismo llama "los ratis", antigua forma de llamar a los detectives de la PDI. 

Sospechosa la w...

Y las preguntas obvias, que nos hacemos todos y todas son las que usted se imagina:

¿Cómo un experto y avezado guerrillero llega a un restaurant del centro de una pequeña ciudad y se sienta a almorzar?

¿Porqué no andaba con su grupo de jóvenes guardaespaldas, la mayoría con experticia en armamento largo y corto?

Un testigo me señala que a 30 metros de la cocinería estaba una de las camionetas que acompañan siempre a Llaitul. Ahí estaban tres de sus vigías mientras él esperaba sentado en el restaurant. Cuando ingresan los detectives -lo hicieron tranquilamente sin armas en sus manos- ninguno de los guardaespaldas hizo ninguna acción para defender a su líder. Se quedaron tranquilos arriba de la camioneta de color rojo. Como si supieran lo que iba a ocurrir. Nada de tomar el fúsil o las subametralladoras o las pistolas que han mostrado en fotografías, los integrantes de la CAM.

¿Cómo el guerrillero que se enfrentó a los más crueles agentes de la CNI en la dictadura, se entrega tan dócilmente a los jóvenes detectives, entre ellos una pareja -hombre y mujer- que estaba dentro del local, aparentando estar almorzando?

Algunos de la PDI, hablan de la geolocalización de Llaitul para ubicarlo a través de su celular: Como dice un amigo, "cuéntame una de piratas". El comandante Héctor, como era conocido en el Frente, es experto en esa trama del espionaje y contra espionaje teléfonico. "Nunca iba a ser localizado en un restaurant por su celular", me señala un experto en inteligencia. Llaitul cambiaba teléfono o chips de sus aparatos todos los días. Y algunas veces, dos o tres veces al día. Por eso nunca pudo ser ubicado.

Por eso, "algo huele mal en Cañete".

Otras dudas: ¿Cómo un helicóptero de la PDI ya estaba posado en un campo en las afueras de Cañete para llevar al guerrillero indígena más buscado de Chile rumbo a Temuco?

Testigos en el restaurant aseguran que la detención duró menos de un minuto. Ingresaron cuatro detectives más la pareja que aparentaba estar almorzando, completaron seis policías. Hablaron con Llaitul, sin gritos, sin aspavientos y sin histeria y el guerrillero que se enfrentó a balazos con "los chanchos", "los ratis" y los más sangientos criminales de la CNI en la dictadura, puso sus manos y fue esposado. Tranquilo, miraba a los policías, no hablaba. Como si disfrutase del momento.

Había estado en esa posición y situación. Ha estado preso varias veces...

Se imaginaba lo que venía. Los medios, radio y TV cortando las trasmisiones para dar el "último minuto", el Gobierno adjudicándose el triunfo de la detención para subir unos puntitos en el Apruebo y la oposición haciéndose un festín con la aprehensión. Lo que no previó fue la crisis del Gobierno con la renuncia de una ministra que lo quiso contactar hace cuatro meses.

O que se reunió y se contactó con la misma exministra y todavía no sabemos toda la verdad. Porque también es "raro" que hagan renunciar a una ministra que tiene realizar los diálogos con los mapuches, por sólo una llamada telefónica de una asesora al propio Llaitul. ¿A qué otros acuerdos llegó la exministra que en los mismos días de la llamada de su asesora, dijo que existían presos políticos mapuches?

Llaitul se fue a entregar

El también avezado exministro de Justicia, exdirector de Gendarmería y ex director de Seguridad Pública e informaciones, Isidro Solis, sabe de grupos guerrilleros y subversivos. Le tocó lidiar y apaciguarlos, luego de la vuelta a la democracia.

Y en el medio El Líbero dice lo que todos saben: "El único que estaba enterado de la detención era Héctor Llaitul… simplemente se fue a entregar".
También, sobre la detención, el exministro planteó: "Él es un hombre con experiencia, que viene de organizaciones subversivas con mucha tradición , tiene conocimientos y entrenamiento… Él simplemente se fue a entregar".

Solis, un abogado radical que está por el Rechazo, asegura: "Llaitul es un tipo muy inteligente. Él quería estar en la palestra, ad portas del plebiscito".
"Llaitul se fue a exhibir. Él ha vivido escondido muchos años, nadie en esas condiciones toma de manera liviana la decisión de ir a almorzar a un lugar público. Él es un luchador de una causa en la cual él cree, aunque uno no lo comparta", aseguró Solís.

En los próximos días, conoceremos más antecedentes, audios y quizás fotografias y videos de la "vida" de Héctor Llaitul antes que fuera detenido o que se fuera a entregar a la cocinería. 

Sólo falta que él mismo Llaitul hable. 

"Algo huele mal en Cañete"