A través de redes sociales, la -aún- ministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco realizó su primera declaración pública desde que se dieran a conocer sus chats con el abogado Luis Hermosilla.
Los mensajes desembocaron en un verdadero vendaval de cuestionamientos al actuar de la magistrado, lo que también se tradujo en diversas consecuencias: La Corte Suprema la suspendió de sus funciones y abrió un cuaderno de remoción; la Universidad Católica la suspendió de sus actividades docentes; y el Ministerio Público aperturó una nueva investigación penal en su contra.
“Muchas gracias de corazón a los amigos que me han llamado, escrito o visitado con su apoyo y solidaridad ante los difíciles momentos que ha pasado y pasa mi familia”, indicó en la publicación que subió a sus redes.
“Desgraciadamente hemos debido enfrentar acusaciones que se dan por ciertas sin contar con la posibilidad de dar respuesta y en lo personal he sido destinataria de medidas tomadas en mi trabajo profesional y académico sobre la base de filtraciones. Estoy recabando, con dificultades, la información real a través de mis abogados y me interesa aclarar cada uno de los puntos en que he sido mencionada”, complementó.
Y concluyó su mensaje pidiendo “como siempre la ayuda de Dios en este arduo momento y miro con esperanza y mucha fe el futuro”.