Foto:Bolsonaro y Haddad pasaron a segunda vuelta en elecciones de Brasil.

Por María Cristina Prudant
El resultado de las elecciones en Brasil dejó al candidato de ultraderecha, Jair Bolsonaro, a un paso de convertirse en Presidente de ese país con un 46,1% de los votos, dejando en un complejo escenario al candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad. Nada pudo impedir que sacara la primera mayoría, a pesar de todo su discurso ultraderechista que ha sorprendido al mundo y que, como él mismo lo dice, hace recordar al presidente Trump.

En Chile muchos estuvieron atentos al desarrollo del proceso eleccionario del domingo pasado. El  ex senador Carlos Ominami califica como “grave” el avance de la ultraderecha en Brasil. “La segunda vuelta es casi imposible cuando hay 17 puntos de diferencia. Ahora solo queda mostrar que Bolsonaro es un farsante peligroso”, recalca Ominami.

El ex parlamentario estuvo hace tres semanas en Brasil con Haddad y su esposa Ana Estela, en un seminario sobre progresismo y neoliberalismo al que asistieron también el ex presidente de España José Luis Rodríguez Zapatero y Cuauhactémoc Cárdenas de México. Fue la oportunidad para que Ominami compartiera con la esposa de Haddad su impresión sobre el curso de la campaña que veía difícil, pero lejos del desastre electoral que se concretó este domingo.

Ominami ve a Bolsonaro ad portas de la presidencia como una manifestación total del hartazgo con la corrupción, la crisis económica y la inseguridad que solo el año pasado derivó en 65 mil muertos en Brasil.

El ex senador y ex embajador Jaime Gazmuri, coincide en que en Brasil salió derrotado todo el sistema político. La izquierda de Lula y la centro derecha que promovió el impeachment contra Dilma Rousseff y que el fin de semana vio cómo su electorado daba un paso a la derecha más dura propinándole una derrota tan fuerte como al PT.

 “Es discutible la responsabilidad de Lula. El impacto de la injusticia en su contra facilitó también el traspaso de votos a Haddad. Él no es Lula, pero aun así logró captar parte importante de su apoyo. Lo que vimos ayer fue un repudio general a la política”, dice Gazmuri.

Odia a las mujeres

En vísperas de estos comicios, miles de mujeres se concentraron en el Museo de Arte Moderno de Sao Paulo (MASP), uno de los símbolos de la mayor ciudad brasileña, a los gritos nuevamente de "Ele não" (Él no), un eslogan contra el ultraderechista que nació en las redes y se expandió rápidamente por todo Brasil.

La protesta convocada por las redes volvió a reflejar la creciente insatisfacción de una parte de las brasileñas con Bolsonaro, un fascista torturador nostálgico de la última dictadura militar y polémico por un historial de declaraciones racistas, homófobas, machistas, misóginas y xenófobas.

El candidato presidencial brasileño, Jair Bolsonaro, es el favorito a pesar de sus polémicos dichos. Ganó en la primera vuelta de las presidenciales y sigue en las preferencias de los brasileños para la segunda vuelta.

Bolsonaro ha destacado por sus frases como: "Estoy a favor de la tortura. Y el pueblo está a favor también" (1999, en entrevista en TV).
 

"No emplearía (hombres y mujeres) con el mismo salario. Pero hay muchas mujeres competentes" (2016, en entrevista en TV).

"Ella no merece (ser violada), porque ella es muy mala, porque ella es muy fea, no es de mi gusto, jamás la violaría. Yo no soy violador, pero si fuera, no la iba a violar porque no lo merece." (A la diputada del PT, María del Rosario)

“Las mujeres deben ganar menos porque se quedan embarazadas”.

Las mujeres no lo quieren

Miles de mujeres marcharon para manifestarse contra Bolsonaro por misógino y esperaban que todos reaccionaron y no votaran por él.

En nuestro país, la ex ministra de la Mujer, Laura Albornoz, señaló a Cambio21: “En general, diría que yo apoyo las manifestaciones de las compañeras brasileñas en orden a representar en cualquier corriente política a todas aquellas apreciaciones o afirmaciones que supongan políticas o medidas, disminución o pérdida de los derechos obtenidos por las mujeres en el siglo XXI”.

“No sé si por predicar así el candidato presidencial que sacó mayoría el domingo y que, va a segunda vuelta, va a perseverar en sus declaraciones porque tendrá que enfrentarse con la comunidad internacional porque entiendo que Brasil ratificó gran parte de los tratados de Derechos Humanos, que consagran derechos de las mujeres. Entonces, tendrá que lidiar con un ambiente internacional  hostil de perseverar en este discurso. A menos que haya sido un discurso para , justamente solo beneficiarse en su campaña y sacó una buena votación. Como no lo sé, la verdad que a mi me parece que de todas maneras utilizar la restricción de los derechos de los sujetos como mecanismo de obtención de votos es una tendencia que no solo la observamos en Brasil sino que también en Estados Unidos con la declaración del Presidente Trump y las hemos encontrado de manera evidente y también de manera oculta  en candidatos que si bien no lo dicen después lo hacen”, advierte Albornoz.

En su opinión, en general, esta es una ola regresiva o una parte del círculo de los procesos sociales que vive América Latina  que, obviamente es de carácter  conservador y regresiva que creo que hay que mirar con mucha atención  y preocupación”.

Respecto a lo que podría pasar en la segunda vuelta, la ex ministra, apuntó que “no tengo una opinión que dar sobre la decisión democrática del pueblo brasileño. Lo que sí me parece que él como otros presidentes de la República y ministros de otros países emiten juicios que son perjudiciales para el reconocimiento de los derechos de las mujeres, es un retroceso y me imagino que la comunidad internacional se preocupará de eso.

Alejandra Krauss: “no comparto ninguna de sus opiniones”

Alejandra Krauss, ex ministra del Trabajo de Bachelet, sobre la forma de pensar del ganador de la primera vuelta presidencial en Brasil,  manifestó a Cambio21 que “obviamente, no comparto ninguno de los aspectos del pensamiento que el candidato Bolsonaro tiene en distintos aspectos, no solo respecto a la mujer sino a indígenas, xenófogo, homosexuales. Se aleja completamente de aquello en que habíamos creído haber avanzado. Vale decir no comparto nada. No he dejado de preguntarme qué hemos hecho mal como sociedad en los distintos países, porque no es solo un reflejo en Brasil”

En esa misma línea expresó: “qué hemos hecho mal, qué le pasa a la ciudadanía, cómo hacemos para conectarnos con ellos. Cuando avanzábamos en derechos en construir sociedades más humanas, más inclusivas, con espacio para todos, diversa por qué eso generó tantas inseguridades en la ciudadanía. Cómo debemos comunicar  nuestros pensamientos de una sociedad más justa, nuestro ideal de una sociedad más justa, ese es un desafío tremendo que tenemos respecto del cual Chile también  debe mirar para evitar las posiciones ya no solo populistas sino de extremos, en este caso de derecha, pero también nos puede volver a ver expuestos extremos de izquierda”.