El diputado Gabriel Boric defendió en el Congreso las razones que lo llevaron a reunirse en privado, en septiembre, con Ricardo Palma Salamanca, ex frentista condenado por el asesinato de Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards.
Como lo había hecho más temprano mediante una declaración, el líder del Movimiento Autonomista afirmó que mantuvo dicho encuentro en reserva con el objetivo de no incidir, en uno u otro sentido, en el proceso de extradición que pesa sobre Palma y en su solicitud de asilo político en Francia.
Sin perjuicio de lo anterior, dijo que accedió al encuentro porque "era legítimo conocer su versión" de los hechos: "Es una parte de la historia de Chile que me parecía pertinente conocer", sostuvo.
"La reunión no cambia mis principios ni atenta contra mi coherencia. Mi visión sobre el asesinato de Jaime Guzmán no ha cambiado un ápice. He manifestado mi condena sin matices", agregó Boric, que aseguró haber sido "coherente" en su actuar y sus opiniones.
Sobre el encuentro, el parlamentario por Magallanes explicó que "fue una reunión que duró 30 minutos, donde no se adoptó ningún tipo de compromiso y ante la cual yo no realicé ningún tipo de gestión posterior a ella".
De acuerdo con su versión, "no nos pareció pertinente comunicarlo, porque como era un proceso judicial en curso no queríamos interferir de ninguna manera. Yo no realicé ninguna gestión ni pública ni privada en virtud de la solicitud que Palma Salamanca estaba haciendo y haber notificado esto podría haberse considerado como una intromisión inadecuada en el proceso".
"Fue un encuentro casual en un pasillo, no fue una reunión programada con anterioridad. (...) No hemos realizado nada que esté fuera del derecho", añadió el ex dirigente estudiantil, quien concluyó que en el futuro será más cuidadoso para evitar este tipo de desencuentros.
Corte Suprema respondió a dichos de Boric
Desde la Corte Suprema respondieron a los dichos del diputado quien para justificar el asilo al ex frentista afrimó que "a principios de los años 90, la composición del Poder Judicial era prácticamente la misma de aquella época, por lo que no existían garantías para un juicio justo".
Al respecto, el presidente del máximo tribunal, Haroldo Brito, comentó que "esa es una apreciación muy particular del diputado. El sistema de justicia ha alcanzado niveles de estándares de legitimidad procesal cada vez más fuertes".
"La sentencia ha sido revisada constantemente, siguió todos sus trámites y, en este momento, esa sentencia es una verdad incontrastable. Esa sentencia tiene todos los recursos y precisamente la extradición es una de las cosas que se ejecutan en la sentencia", añadió.