El candidato presidencial independiente José Antonio Kast afirmó ser partidario de que los chilenos puedan portar armas de fuego, una vez que éstas sean inscritas.

 

Este comentario fue entregado a solo horas del tiroteo que vivió Las Vegas, en Estados Unidos, y que dejó a casi sesenta muertos y decenas de heridos.

 

“Yo soy partidario de que uno pueda tener un arma legítimamente inscrita, a diferencia de lo que ha ocurrido en Brasil o Venezuela, donde ha aumentado la cantidad de asesinatos porque han restringido la posibilidad de que alguien tenga un arma inscrita”, dijo.

 

En medio de las propuestas realizadas por La Araucanía, en el XII Encuentro Nacional del Agro, Kast calificó la crisis en esa región como una “urgencia nacional” y llamó a recuperar el Estado de Derecho en la zona, haciendo el llamado a que una posible solución para la crisis sea que todos los chilenos porten armas inscritas para defenderse de la delincuencia y “atentados terroristas”.

 

 

Después, el mismo Kast fortaleció su postura escribiendo en su cuenta de twitter que se debe “discutir en serio sobre uso de armas. Hoy la gente honesta no tiene cómo defenderse de delincuentes y narcotraficantes. Los ciudadanos tienen que encerrarse y vivir con miedo”, publicó.

 

 

La duda que surge es si realmente la solución a la violencia y a la victimización, no solo en La Araucanía, es que se flexibilice el porte de armas de fuego.

 

 

Jorge Valdés es experto en seguridad, y al analizar la propuesta hecha por el candidato independiente esta seguro que “es algo temerario porque de alguna forma que las personas porten armas de fuego es muy delicado”, indica.

 

“Sí estoy de acuerdo con que las personas puedan tener en sus domicilios armas de fuego para poder defenderse. Esto porque hemos visto cómo Carabineros muchas no ha podido llegar a defender a las personas, casos que muchas veces terminan en homicidios”, comenta Valdés.

 

“Anteriormente algunos parlamentarios intentaron avanzar en la realización de estudios para revisar esta posibilidad. Es temerario, pero no significa que se manifieste que todos los chilenos terminarán armados. Se debe tener claro que el Estado no entrega toda la seguridad a las personas y se deben pensar posibilidades para ello”, finaliza.

 

Para David Rozowski, director ejecutivo de la fundación Ciudadano Seguro, la idea propuesta por el candidato Kast no es compartida por la fundación ya que “armar a la ciudadanía para combatir la delincuencia no tiene sentido, pues para eso están las policías, y en el último de los casos, las Fuerzas Armadas”, comenta.

 

“En nuestro país ya está delimitado quienes son los que tienen que combatir la delincuencia, y en ningún caso se trata de los civiles. Toda idea de defensa de las personas con armas de fuego es enfrentarse con los delincuentes, personas que claramente tienen una mayor preparación en su uso, y el margen más alto de daño corre para nosotros y para nuestras familias”, explica Rozowski.

 

“Actualmente se tiene que pasar por un proceso bastante largo e inquisitivo al momento de querer tener un arma: se debe comprar, pero antes se da un examen en la Guarnición de la región correspondiente, se requiere la autorización de un siquiatra, y ahí recién, se autoriza la compra del arma. Ya no se compra antes de los exámenes”, finaliza.